Según explican desde la bodega, prevén iniciar la vendimia en la segunda o tercera semana de septiembre. Aseguran que fue un buen año para la cosecha, con un incremento de entre el 10 y el 20% con respecto al año anterior. "Fue un año buenísimo para la uva porque casi no llovió, pero ahora estamos teniendo un estrés hídrico tremendo. Necesitamos un poco de lluvia para que la uva coja un poco de jugo y maduración", señala Susana Gulín.