-¿Es fácil compaginar tantas tareas: empresario, profesor, representante de diversos órganos sectoriales, con algo tan delicado como la docencia?
-Llevo 14 años como docente en el Seminario Menor y antiguamente en Cisneros, y mi empresa privada también se dedica a la formación. Solo se puede abordar la docencia desde la vocación. En caso contrario se hace más daño que bien.
-¿Es cierto que a veces recurren al Seminario en casos extremos de niños problemáticos que nadie ha sabido abordar?
-Hay algo de cierto, pero cuando se plantean estos casos, aquí tratamos de conocer qué pasa. Antes de castigar a un niño hay que hablar con él. Hay muchos niños que son víctimas. Nuestro objetivo es enseñarles a compaginar trabajo, esfuerzo y constancia y a veces incluso hay que hacer acompañamiento de algunas familias desestructuradas. Pero antes de castigar a un niño problemático hay que saber escucharlo.