En el primer mes del nuevo texto, la infracción más habitual fue una ya regulada con anterioridad, como el consumo y tenencia de drogas en lugares y locales públicos. Hubo 33 casos hasta el 5 de agosto. Está tipificada como infracción grave, con penas posibles de 600 -el rango más frecuente- a 30.000 euros. También desobedecer a agentes, negar a identificarse o dar datos falsos (7 casos).

La Ley de Seguridad Ciudadana no suprime el botellón ni lo penaliza si la reunión no supone una alteración del orden que "perturbe gravemente la tranquilidad ciudadana". Pero tanto el botellón como el consumo en una terraza, según la redacción del artículo 37.17 de la nueva ley. "El consumo de bebidas alcohólicas en lugares, vías, establecimientos o transportes públicos", dice la norma. En Ourense, aseguran las autoridades, apenas se contabilizan incidentes en los últimos años por este fenómeno, más allá de las llamadas de algún vecino de la zona de la Alameda, el principal punto de reunión de jóvenes para beber al aire libre.