Un grupo de empresarios sin ánimo de lucro ha decidido dar un impulso a la "Asociación de Colleiteiros Embotelladores do Ribeiro", entidad creada en Castrelo de Miño el día 19 de mayo de 1898, que con el paso del tiempo se había ido diluyendo, por lo que decidieron relanzar la iniciativa a principios de 2015, culminando el proceso este mes con la elección de una nueva junta directiva.

Las líneas maestras del nuevo proyecto son organizar o participar en acciones promocionales para fomentar la imagen del colleiteiro, dando a conocer la calidad y personalidad propia que poseen sus vinos, y asegurar el relevo generacional de los colleiteiros en el Ribeiro. En una provincia como la de Ourense donde la media de edad se sitúa en 49,4 años (INE 2014), que los jóvenes quieran volver o seguir en el campo "se antoja cada día una tarea más complicada", puesto que los colleiteiros, al igual que mucha gente que trabaja en el rural no tiene un sueldo fijo al mes, vive de lo que produce, por lo que cada vez es más difícil que las nuevas generaciones apuesten por quedarse en el campo, en vez de ir a buscar un trabajo a la ciudad. La nueva junta directiva, con una media de edad de 32 años, refleja esa apuesta por el relevo generacional de los colleiteiros. El presidente, Brais Iglesias, tiene 28 años (Bodegas Val de Souto); el vicepresidente, Manuel Formigo, 35; el secretario, Alejandro Montero, 23 (Bodegas Antonio Montero); el tesorero, Alfredo Fernández, 49 (Adega Pousadoiro); y el vocal, Mauro Estévez, 25.