Si la incertidumbre se instaló en la ejecutiva local, a la espera de acontecimientos, por parte de la ejecutiva gallega, el mensaje del secretario general, José Ramón Gómez Besteiro, que fue trasmitido por la secretaria de organización, Pilar Cancela, en una reciente visita a la ciudad, fue la de "tranquilidad", en el sentido de no adoptar decisiones "precipitadas", como las que se adoptaron en otras ciudades de Galicia con "fracaso electoral", como aconteció en Santiago.

Un mensaje que contrasta, en este caso en materia de pactos, con el que en su momento envió el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que se dejaba ver durante la campaña por Ourense. La hoja de ruta a seguir, después de la elecciones municipales era "no dejar gobernar al PP ni a Bildu", y favorecer lo que denominada "gobiernos de progreso con otras formaciones políticas".

De ahí que no resulten extraños los "sonoros silencios" del candidato Vázquez Barquero, así como su negativa a la invitación de reunirse realizada por el candidato del PP, Jesús Vázquez, consciente de que la decisión final no está en sus manos. Una cuestión que ya había adelantado en su momento, al proclamar que "el partido es soberano", en alusión directa a las decisiones que en materia de gobernabilidad se fijasen.

Decisiones superiores

Es por eso que, pendiente de lo que suceda en la asamblea extraordinaria con la militancia de la ciudad que se celebra mañana, tanto la ejecutiva local como el propio candidato a la alcaldía, son conscientes de que su futuro dependerá de la toma de decisión que se adopten en organismos superiores, como así lo reconocía un miembro de la dirección local, que entiende "es lo más normal", sobre todo después de los resultados electorales. Un mensaje que recibieron, aunque ahora queda administrar unos tiempos que están marcados por las críticas internas que piden dimisiones.