La secretaria de organización de los socialistas ourensanos, María Quintas, no dudó en señalar que los resultados que obtuvo el PSOE en la ciudad: "son, rotundamente, muy malos", por lo que considera que "alguien deberá asumir las correspondientes responsabilidades", debido a que el descalabró electoral superó los 10.000 votos, y eso que están en el gobierno.

Un mensaje directo a la ejecutiva local, con la que mantienen un enfrentamiento los responsable de la dirección provincial que si lograban mantener los 8 diputados e incrementar, en algunos concellos, en el número de votos. Sobre esta cuestión, María Quintas, que evita entrar en polémicas, señala que "deben tomar nota de lo que pasó", y advierte que las decisiones pueden ser personales o desde el propio partido. "Cada uno debe asumir sus responsabilidades", y si no lo hace, entiende que deben ser los correspondientes órganos del partido los que adopten decisiones.

La situación del gobierno en minoría y la división del grupo socialista, con apoyo expreso a los cinco ediles críticos, que siguen suspendidos de militancia, se convirtieron en una de las losas que llevaron a la debacle electoral.