Los arquitectos de Ourense analizaron el pasado, el presente y el futuro del claustro de San Francisco, dentro del programa "Undécima ollada na rúa". Hablaron sobre los proyectos pendientes y de la iglesia trasladada en el año 1929 al parque de San Lázaro, bajo la mano de la ciudadana Gemma Freire Guirau y de la arquitecta Sonia López Calvo.

Los arquitectos recuerdan que el claustro formó parte del convento de San Francisco, que fue muy importante en la historia de Ourense. El primer asentamiento franciscano se realizó en la praza do Correxidor, a mediados del siglo XIII.

Destacan que el claustro gótico de San Francisco, dado el estado de sus cubiertas, casi ofrece el aspecto de una ruina consolidada, hasta que se completen todas las obras del conjunto conventual. Estaba adosado a la parte norte de la antigua iglesia, cuyo nártex o entrada coincidía con la actual estructura de acceso. Se edificó en la primera mitad del siglo XIV, entre 1325 y 1350, en un estilo gótico de fuerte tradición románica. Fue declarado Monumento Nacional en 1926.

Las arcadas que delimitan el jardín rectangular, casi cuadrado, tienen sesenta y tres arcos apuntados: 18 a poniente, 13 al norte, 17 al naciente y 15 al sur. Se sostienen sobre columnas pareadas, con excepción de las ocho que forman el ángulo noroeste, que son únicas y tienen fustes con sección cuadrilobulada.

Los capiteles, con una esmerada y delicada factura, forman una rica muestra de figuras vegetales (fitomorfas), animales (zoomorfas) reales y fantásticos y humanas (antropomorfas). En estos motivos son frecuentes las escenas de combate.

En el pasillo norte se encuentra la Sala Capitular, reducida de tamaño tras ser convertida en capilla funeraria por la familia Sandoval en el siglo XVI. También fue objeto de otras reformas posteriores. Se accede a ella por una puerta con un arco renacentista profusamente decorado y flanqueado por las figuras de la Virgen de la Anunciación y del Arcángel Gabriel.