Desde que la nueva normativa de acceso al casco histórico entró en vigor el pasado 13 de noviembre, han sido muchos los usuarios y residentes que no disponían de autorización para circular y aparcar un vehículo en la zona peatonal los que han solicitado información en la Policía Local y la Oficina de Atención al Ciudadano. En solo tres semanas, el Concello de Ourense expidió 150 tarjetas para beneficiarios que con la anterior regulación no tenían permiso para acceder en coche.

La modificación de la ordenanza municipal de Tráfico e Circulación a instancias del BNG se aprobó en pleno el pasado 3 de octubre y afecta a los accesos a la zona peatonal restringidos por un sistema de bolardos, así como a la concesión de las autorizaciones, articulados en el anexo II.

Entre las novedades que introduce destaca la concesión de tarjetas magnéticas y distintivos a los residentes propietarios que carecen de vehículo e incluso a los inquilinos de viviendas en alquiler que hasta la fecha carecían de este privilegio. Bastará con que el propietario identifique a los beneficiarios con el contrato de arrendamiento y que estos estén empadronados en la ciudad. En todos los casos, las viviendas deberán estar al día en el pago del Impuesto de Bienes Inmuebles.

La solicitud de información y tramitación de nuevas autorizaciones ha sido masiva desde la entrada en vigor de las modificaciones que flexibilizan el acceso. Según el responsable de la Oficina de Atención al Ciudadano, Manuel Pérez Grande, hasta el viernes de la semana pasada fueron informadas sobre estos cambios 600 personas por diferentes vías.

El Registro Xeral del Concello recibió desde el pasado 13 de noviembre una media de 15 peticiones de tarjeta de aparcamiento por día laborable y se han expedido 150, de las que 120 ya fueron recogidas por sus demandantes.

Desde esta oficina aclaran que la mayor parte de los residentes del casco histórico ya disponían de este permiso antes de que se modificase la ordenanza municipal, por lo que estas autorizaciones corresponden a nuevos solicitantes a los que la fexibilización de la norma les permite circular y aparcar en la zona peatonal. En todo caso, tanto antes como ahora, se trata de accesos puntuales y restringidos, ya que la tarjeta limita el tiempo de estacionamiento a media hora. A partir de ese margen, la Policía Local puede sancionar. También se recomienda utilizar las entradas y salidas más próximas para evitar lo máximo posible la presencia de vehículos por el área peatonal.

Manuel Pérez explica que la mayoría de los nuevos demandantes son personas mayores residentes que no tienen coche pero que ahora pueden identificar uno o dos vehículos de confianza a los que se le permite la entrada en su nombre. Suelen ser hijos o parientes muy próximos que prestan asistencia social a estas personas, normalmente para traslados, acercar la compra y otros servicios.

La modificación también permite el acceso ahora a propietarios que no residen habitualmente en el casco histórico y a los titulares de establecimientos comerciales que antes solo podían entrar en horario de carga y descarga.