La solidaridad, el altruismo y la lucha contra la violencia de género centraron ayer en Ourense el acto conmemorativo del 36 aniversario de la Constitución Española. La delegación de la ONG Manos Unidas, el médico y cirujano Manuel Garrido Valenzuela que puso en marcha un hospital para madres en Bolivia y la agente de policía responsable de la unidad contra la violencia de género de la Comisaría de Ourense, Eva Rodríguez, recibieron ayer el reconocimiento de la Subdelegación del Gobierno por su labor "meritoria e impagable", en palabras del responsable institucional Roberto Castro, que también impuso la Medalla al Mérito a la Protección Civil a Marcial José Méndez Álvarez, auxiliar administrativo del Concello de Cortegada, y al técnico de mantenimiento de aeronaves en el servicio de Emerxencias, Julio Cervero Yubero.
El acto se celebró en el Auditorio Municipal, con una destacada presencia política y de las fuerzas de seguridad del Estado, además de padres, profesores y alumnos premiados en el Concurso da Constitución que convoca la Subdelegación desde hace 31 años. El subdelegado del Gobierno, Roberto Castro, destacó el trabajo de los escolares, su creatividad y capacidad para transmitir "mensajes de esperanza", y apeló al carácter "integrador" de la carta magna, un texto "que ahondó en la singularidad de los pueblos para aglutinar un espacio común de entendimiento y tolerancia".
Las palabras del subdelegado cerraron el acto en el que 40 escolares de Infantil, Primaria y ESO fueron premiados por sus trabajos literarios y artísticos, pero antes, el público dedicó extensos aplausos a las personas que recibieron la distinción institucional. La presidenta de la delegación ourensana de la ONG Manos Unidas, Concepción Rodríguez Lage, trasladó el "honor y privilegio" de su organización ante este reconocimiento y agradeció la "cariñosa sensibilidad" transmitida por la Subdelegación del Gobierno en su actividad solidaria.
El médico cirujano Manuel Garrido, que desde 1989 dedica sus vacaciones a operar a niños en el hospital de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, destacó el trabajo de la Asociación Primero de Maio y el apoyo de Ourense: "Solos no habríamos podido". También recordó a las personas que lo están pasando mal en aquí y a los "desheredados" a los que han arrebatados sus casas. El doctor recurrió a las palabras de María Teresa de Calcuta y apostó por "compartir hasta que duela, quitarnos de lo que nos sobra para que otros puedan llevarse algo a la boca".
Eva Rodríguez, que lucha desde la Comisaría contra la violencia de género, hizo un llamamiento a la sociedad para que haga frente a esta lacra: "Tenemos que alzar la voz para que ninguna mujer tenga que esconderse y sentirse avergonzada o desvalida, con miedo. Todos podemos gritar no a la violencia. No miremos hacia otro lado, no seamos partícipes con nuestro silencio", reclamó.
