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Isaura Rodríguez y Luisa Seoane cumplen 102 y 100 años en la residencia de Luintra

» Las dos permanecen solteras y reconocen que tuvieron muchos novios pero sin casarse » Degustaron entrantes, arroz tres delicias, cordero asado, tarta, rosquillas, vino y sidra

Isaura Rodríguez Masid y Luisa Seoane Rodríguez celebraron su 102 y 100 cumpleaños, respectivamente, el pasado sábado en la residencia de Luintra, acompañadas por sus familiares y cuidadores, con un envidiable estado de ánimo, buena forma física y sentido del humor. Las dos permanecen solteras, aunque tuvieron varios novios. Luisa Seoane Rodríguez explica de una forma tajante que no se casó porque "no quería mantener a ningún hombre". En cambio Isaura, la mayor, todavía le tiraba los tejos el año pasado a un cuidador de unos treinta años -setenta menos que ella-, durante la celebración de su 101 cumpleaños. Las personas asistentes confirman que "no le sacaba los ojos de encima", pero desgraciadamente unos meses después él tuvo que trasladarse a otra residencia y con el paso del tiempo se fue resignando a quedarse sin su "último novio".

Tras la misa, a las once de la mañana, celebraron el doble aniversario con un banquete a las dos de la tarde, con un entrante, a base de queso, jamón serrano, croquetas, empanada, salchichón, chorizo y aceitunas; arroz tres delicias, cordero asado, la tarta del cumpleaños, rosquillas, vino, sidra, refrescos y café. Isaura Rodríguez Masid comió de todo, aunque en pequeñas cantidades, salvo la empanada, que encontró algo dura. Y bebió un vaso de vino.

Isaura Rodríguez Masid recordó con insistencia durante la celebración que ya tiene 102 años, haciendo gala de un excelente ánimo. Todavía come sola y camina con la ayuda de una persona por el brazo, pero sin utilizar silla de ruedas. El año pasado "echó novio", por lo que no le hizo "ni puñetero caso" a la directora en el momento que le entregó el ramo de flores, hace doce meses, algo que sus cuidadores contemplan como "una forma de agarrarse a la vida". El sacerdote, al despedirse le dijo: "A ver si lo celebramos el próximo año". Y ella le contestó: "Cuatro o cinco años más". La directora explica que no quiere que le den comida triturada, pero come de todo.

Isaura Rodríguez Masid es natural de Nogueira de Ramuín. Como no se casó, la van a visitar a la residencia sus sobrinos. Trabajó en el campo durante toda la vida. Durante mucho tiempo estuvo cuidando a sus padres, y vivió sola desde el momento que fallecieron. Tenía un hermano en la emigración, que regresó al pueblo en el momento de la jubilación.

Luisa Seoane Rodríguez hizo la travesura de celebrar su cumpleaños metiendo un dedo en la nata de la tarta, que llevó a la boca de forma inmediata, riendo a carcajadas. "Le prestó la gracia", reconoce la directora, Rita Rodríguez, ante la presencia de sus sobrinos y otros miembros de la familia.

Luisa Seoane es natural de A Peroxa, pero vivió la mayor parte de la vida en Luintra, donde residía uno de sus hermanos. Al quedarse sola, hizo una casa junto a la de su hermano y vino a vivir aquí. Su padre trabajó en las obras de colocación de las vías del ferrocarril, tarea a la que se terminó incorporando ella. También fue viticultora. Recuerda que tuvo que acarrear con muchos cestos de uvas a sus espaldas.

Luisa confiesa abiertamente a los cuidadores y compañeros de residencia que tuvo "muchos novios" a lo largo de su vida, pero que no quiso a ninguno, porque "no quería mantenerlos".

Camina sola, con la ayuda de otra persona, sin utilizar silla de ruedas, a pesar de que su columna "está muy doblada".

La directora explica que tiene a otros dos residentes que están a las puertas de cumplir el siglo de vida, de 98 y 96 años.

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