Al ya tradicional grito de "Si guerra queredes, guerra teredes", el batallón cristiano recuperó ayer el castillo que la noche anterior las tropas invasoras del ejército impío le habían arrebatado con un furtivo ataque por la retaguardia.

La victoria de la fe -cristiana, por supuesto- sobre el paganismo del ejército invasor, los de la Media Luna, volvió a repetirse. Fue en la Batalla de Moros y Cristianos de A Saínza en el concello ourensano de A Rairiz de Veiga, cuyo guión festivo de enemistad histórica de las dos huestes, tuvo este año cambios sustanciales.

A petición del párroco, y ante el contexto devastador que están dejando guerras sangrientas que salpican últimamente el planeta, dejando miles de víctimas inocentes, el párroco de Rairiz de Veiga, propuso durante la homilía, que se celebra tradicionalmente media ahora antes de la incruenta batalla, que moros y cristianos, remataran dándose un fraternal abrazo.

El gesto fue aplaudido por los miles de visitantes que se desplazaron ayer hasta disfrutar de esta cita, declarada Fiesta de Interés de Galicia y que no recrea en absoluto ningún pasaje histórico.

Es la lucha del Ejército de la Media Luna contra el Ejército de la Cruz y las disputas, se producen en un ambiente semibélico, pues no se derrama una gota de sangre y con muchos exabruptos y tacos en gallego de la tierra, arranca siempre con la provocación del ejército invasor, los "moros", que roban el estandarte de la Virgen de la Merced a los cristianos. Según cuenta el alcalde, Xaquín Rodríguez, y narra un libro editado por el concello, el origen de la fiesta data del año 1840, cuando un misionero oriundo del Rairiz que se encontraba en África y estaba en peligro de muerte, pidió ayuda a la Virgen de la Merced.

El misionero salvó la vida y en homenaje promovió esta colorista batalla entre moros y cristianos en su pueblo, que en todas sus acepciones por el resto del España, se traduce como el triunfo del bien contra el mal. Una romería que hoy día es multitudinaria y se celebra siempre en paralelo a las fiestas patronales en honor a la Virgen de la Merced.

El mismo día que moros invadían y tomaban el castillo con vestimentas de hace unos siglos, a unos metros en la fiesta medieval, la orquesta Panorama provocaba el lleno total con sus canciones y vestimentas del siglo XXI.

Medio centenar de figurantes de ambos bandos recrean esta fiesta que supone un coste de en torno a 50.000 euros para las arcas del concello, que se da por satisfecho con la inversión, dado que recupera buena parte del dinero con la gran afluencia de público y venta de merchandising.