"Hola, me llamo Ismael, tengo 5 años, pero mi tamaño es el de un niño de 2". Es el comienzo de la carta con la que la madre y familiares de Ismael Carballo, el niño de Ourense, con un grave problema derivado de la escasa producción de la hormona de crecimiento, déficit que puede subsanarse con un tratamiento que no pueden costear. Una carta que enviaron a la Casa Real, a través de correo electrónico y que ayer pudieron entregar en mano a los propios Reyes, al remate del acto inaugural en Pereiro.

"¿Qué le pasa al niño?", preguntó doña Letizia a la madre y a las abuelas, mientras acariciaba la cabeza del pequeño, inquieto ya tras horas esperando a la Reina para conseguir que, con su apoyo se visibilice su enfermedad, irreversible si no se actúa, pero para la que sí existe tratamiento: la periódica administración hasta los 13 años, de inyecciones de hormonas de crecimiento, con un coste de unos 1.800 euros al mes, que no cubre el sistema sanitario público, ni una familia en paro como la de Ismael, puede costear.

"¿Decían que es dulce la Reina? ¡pero si es dulcísima¡ ¿Guapa? ¡guapísima¡. Si ya me parecía una persona estupenda antes, ahora no tengo más que elogios para ella. El interés con el que atendió el caso de mi nieto no tiene precio", insistía ayer Encarnación, abuela paterna del pequeño.

Tanto ella como Celsa Montero, la abuela materna y Rocío Cabanelas, la madre del niño lucían las camisetas reivindicativas y divulgativas del caso que afecta a Samuel.

"No sabemos lo qué le dijo a Ismael, pero doña Letizia se agachó para hablar con él. Solo sabemos que le hablaba con mucho cariño. Su apoyo nos ha llenado de esperanza. Como madre no voy a parar de pedir ayuda en donde sea, pero que los Reyes se hayan mostrado preocupados por nuestro caso, nos conmueve. Nos han dado fuerzas para seguir luchando", explicaba ayer Rocío Cabanelas emocionada.

El esfuerzo económico de toda la familia, mucho, pues disponen de solo una ayuda mensual de 420 euros y el apoyo externo, ha permitido que Ismael haya conseguido crecer 4 centímetros y 2 kilos en dos meses de tratamiento, cuando antes, sin él, conseguía crecer un máximo de 1 centímetro al año", explican.