La Cohors III Lucensium presentó ayer en Bentraces la desgranadora "Vallus, que tenía la función de cortar las espigas de trigo y centeno en los campos de cultivo desechando la paja. Un animal de carga, como un burro o un buey, guiados por labrador, se encargaba de empujar una especie de pala o caja, que remata el peine. Otra persona inclinaba el trigo con un palo hacia el peine de la máquina, generando un efecto tijera, para que las espigas cayeran sobre la caja.

La mayor parte de la estructura de la máquina está construida con madera de castaño, mientras que el peine, que tiene la función de cortar las espigas, se hizo con pinotea.

Tenía la ventaja de que el animal estaba adiestrado para empujar la caja, por lo que no pisaba la cosecha, hasta que se habían retirado las espigas con el grano. Por lo tanto, el centurión Antón Pereiras repara en que "los romanos ya habían echado el carro antes de los bueyes", algo que desaconseja un dicho popular.

Esta máquina aparece documentada en relieves y en escritos de la época, pero con el paso del tiempo quedó en desuso, debido a que "no era muy operativa". Los recuperadores de la desgranadora destacan que esta máquina desapareció al mismo tiempo que los romanos. Sin embargo el arado romano logró mantenerse a lo largo de la historia. Los labradores de esta provincia todavía trabajaban con ellos hace treinta años.

De forma paralela a la presentación de la desgranadora romana, el legionario Antón Pereiras coció 25 bollos de pan de trigo en el Forno do Florente y asó dos corderos, que degustaron más de treinta legionarios de la Cohors III Lucensium, con sus mandos al frente, entre los que se encontraban el decurión José María Núñez (exdelegado de Hacienda en Ourense) y el centurión Manuel Fernández Díaz.

La Cohors III Lucensium presentó la desgranadora en Bentraces, localidad en la que el legionario Antón Pereiras mantiene el Forno do Florente, que recuperó hace varios años, combinando técnicas casi arqueológicas y etnográficas, debido a que se había venido abajo y estaba enterrado por completo.