Para los que en vez de ser de playa son de montaña, y para los que no, pero ya se han rendido a este extraño verano que no ha permitido muchos días de sombrilla y bañador, el interior de Ourense ofrece al turista tres enclaves de excepción de los que disfrutar de la naturaleza en estado puro, todo esto sin salir de la provincia.

En Galicia existen seis parques naturales, tres de ellos están en Ourense, sumando más de 35.000 hectáreas de paraíso en la Tierra, en los que disfrutar del senderismo y el paisaje. Con respecto a la capital, el más cercano, a escasos 70 kilómetros de distancia es el Parque Natural Baixa Limia-Serra do Xurés. Es el de mayores dimensiones y también el más precoz en ser establecido, allá por el año 1993.

Un espacio que no entiende de fronteras, ya que la parte española que comparten los municipios de Entrimo, Lobios y Muíños conforma junto al parque de mayor importancia en Portugal, el Parque Nacional Peneda-Gerês, un solo espacio protegido de carácter único en Europa.

Declarado reserva de la Biosfera de la Unesco, este conjunto natural esculpido a base de granito ofrece al viajero los circos glaciares de menor altitud de la Península Ibérica, y el legado de la "Vía Nova" , una de las últimas calzadas construidas por los romanos que unía las ciudades de Braga y Astorga y que constituía uno de los principales enlaces con el noroeste peninsular. Siguiendo precisamente esta ruta por el parque, se pueden encontrar los Miliarios de Portela d´Home que en la actualidad marcan el límite con el país vecino.

O Invernadeiro

Continuando la peregrinación por la provincia hacia el este, se encuentra a algo más de 110 kilómetros de la ciudad de Ourense, el Parque Natural O Invernadeiro, al que se accede serpenteando por el Macizo Central, hasta el Concello de Vilariño de Conso. Aquí, la naturaleza manda, no existe ningún asentamiento humano en el todo el parque, que mira a la provincia desde sus 1.500 metros de altitud.

Un espacio completamente salvaje en el que dominan el lobo y sus principales presas el corzo y el jabalí. Como el ave fénix, este espacio resurgía de sus propias cenizas tras un incendio forestal en 1979 que lo convertía en un candidato ideal para la recuperación ambiental, una idea que se hacía realidad en el verano de 1997, con su declaración como Parque Natural.

A día de hoy, O Invernadeiro es una de las mejores aulas de la naturaleza de Galicia y requiere de un permiso para su visita. Una visita que permite aislarse completamente del mundanal ruido de la civilización para perderse por los grandes terrenos de caza del lobo.

Su fauna presenta la pirámide trófica completa. Y la presencia de la nutria y otras especies aun más escasas a nivel ibérico, evidencian la salud de sus ecosistemas fluviales.

El Mediterráneo en Galicia

La encina es dueña y señora de Lastra, el tercero de los espacios que ofrecen desconexión y naturaleza en vivo dentro de Ourense, esta vez a 130 kilómetros de la capital. Para muchos "el tesoro del Sil", reconocido como Parque Natural en 2002.

La mayor peculiaridad de este territorio perteneciente al concello de Rubiá es que tiene características mediterráneas que permiten la proliferación de la propia encina, castaños, el tomillo silvestre y más de 25 especies de orquídeas.

Sus innumerables cuevas que aquí reciben el nombre de "palas" le han valido el reconocimiento como una de las mayores colonias de murciélagos de España. Un escenario interesante para estos animales pero también para los espeleólogos y aficionados que recorren las grutas cada verano.