Tomó las riendas del mayor centro universitario de Galicia en junio de 2011 tras la fusión de las ingenierías superior y técnica y acaba de despedir a la primera promoción de los 6 grados que se imparten. La junta de escuela lo renovó ayer en su cargo con el 82,8% de los votos al obtener 106 de los 128 sufragios emitidos -16 fueron en contra y 6 en blanco-. Pou contará con un equipo que se renueva en 5 de sus 10 áreas.

-¿Cómo valora los resultados?

-Me siento muy respaldado. Han sido 3 años muy complicados y duros. Tanto profesores como alumnos y PAS han trabajado muchísimo. Somos casi 5.000 personas entre trabajadores y estudiantes. Logramos convertirnos en un centro único con más población que la de algunos de los concellos que se quieren fusionar. La gente vio que se ganaba y apostó. La votación refrenda que siguen queriendo un modelo de escuela unida y muy diversa. Tenemos 6 grados, 8 másteres profesionalizantes, 2 académicos, 2 de investigación y 3 programas de doctorado. Es casi el volumen de algún campus gallego.

-Añaden una nueva subdirección para la relación con las empresas.

-Es algo que aquí se ha hecho desde siempre pero nos hemos dado cuenta de que hay que tener una dedicación especial. Es necesario un contacto directo, una ventanilla única. A partir de ahora contaremos con un vicedirector que se ocupará de las relaciones con empresas, instituciones y colegios profesionales, de reforzar las prácticas de los alumnos y de gestionar los cursos de formación que la industria pueda demandar.

-¿Cuáles serán los retos principales?

-Queremos conseguir la acreditación internacional ABET, que concede una institución americana y que nos daría un importante marchamo de calidad. Y también pretendemos visibilizar la investigación que hacen nuestros grupos y poner en marcha un plan de seguimiento de los egresados. Se trata de continuar con el mismo rigor y exigencia. Ya hemos comenzado a ver los resultados de los nuevos grados porque las empresas en las que hicieron sus prácticas los integrantes de la primera promoción quedaron muy contentas y a algunos ya les han ofrecido trabajo.

-¿Cómo ha capeado la escuela las dificultades del mercado laboral estos 3 últimos años?

-La escuela ha resistido porque se habían hecho bien los deberes y los alumnos salen bien formados. Algunos han tenido que marcharse al extranjero, pero las empresas siguen apostando por este centro. Y a pesar de los recortes también en los grupos de investigación se ha podido mantener la actividad porque han tenido mucho éxito en programas como Incite, lo que permite sostener a alumnos que realizan su proyecto fin de carrera. A veces se habla de la universidad como una fábrica de parados pero no es nuestro caso. El 50% del profesorado de los másteres profesionalizantes procede de la empresa y colabora en la confección de los estudios. Y acabamos de firmar un convenio para que nuestros estudiantes e investigadores tengan acceso al software de alto nivel que utilizan actualmente las empresas más punteras del mundo.

-El curso pasado, algo más de 200 estudiantes desde 1º a 4º estrenaron una ruta bilingüe, ¿se ampliará?

-Estamos muy contentos con el resultado y el próximo curso, además de todos los alumnos de 1º y los de la especialidad de Mecánica, también podrán estudiar en inglés los alumnos de Tecnología Industrial. Además estrenaremos el máster profesionalizante de Ingeniería Industrial, que constará de 2 cursos y estará al nivel de los mejores de Europa. Y una de las asignaturas será en inglés. También seguimos avanzando en una doble titulación con Carolina del Norte y hemos iniciado contactos con universidades alemanas.