Lo único que la Fundación Hospital Asilo Nosa Señora dos Anxos de Ribadavia no puede atribuir al sacerdote Benito Hermida Atrio es la calidad asistencial que ofrece a los ancianos en la actualidad. El centro estuvo tradicionalmente regido por un patronato de carácter medieval formado por el alcalde de turno, el médico y el párroco de la villa, pero desde 2009 sus estatutos se adaptaron a la nueva legislación. Meses antes del fallecimiento repentino del sacerdote se constituyó un nuevo patronato en el que están representados todos los grupos políticos locales y la Iglesia de forma testimonial, según explica el alcalde y presidente de la Fundación, Marcos Blanco.

Hasta esa fecha eran las monjas de la orden franciscana las que cuidaban a los ancianos. Su atención era muy esmerada pero no asistencial. No existía terapia ocupacional, dietas especializadas, rehabilitación ni atención social. Hoy, además de todo esto, existe un amplio servicio de enfermería e incluso podología con un trato profesional del que presume el alcalde.

También se regularizó el sistema de tasas estandarizando los precios. 900 euros al mes por usuario en habitación individual, 850 si es doble y 700 en triple. Además, siempre hay reserva para los vecinos empadronados en Ribadavia en situación de emergencia social que no pueden pagar. "Antes funcionaba sin criterio, la valoración la hacía el cura y la gente entraba con la renta que él consideraba", explica Blanco. Todavía quedan una treintena de usuarios con aquellas cuotas solidarias que imponía Benito Hermida. La Fundación no tiene intención de variarlas mientras no queden vacantes pero la intención es lograr un "equilibrio" que les permita mantener el servicio sin las ligeras pérdidas que por ahora "aun podemos asumir", concluye el regidor.