Celanova lució en la jornada de ayer la alfombra del Corpus más larga de la provincia, con 1.200 metros de pétalos y todo tipo de vegetación formando llamativas figuras. Los primeros que la pisaron, a la salida de la misa de las 12.30, fueron los 21 niños que habían realizado la primera comunión el domingo anterior y los portadores de la Custodia del siglo XVII, con la forma consagrada bajo palio.

La procesión transcurrió desde la iglesia parroquial a la plaza Maior, rúa San Roque, praza Cervantes, Curros Enríquez, Colón, Pardo Bazán, de nuevo la praza Maior, rúa Cesáreo Losada, dio la vuelta en torno al busto de Manuel Curros Enríquez y regresó al punto de partida.

Las alfombras reproducían imágenes de símbolos religiosos, como la eucaristía, el cáliz, el Sagrado Corazón de Jesús, la custodia, espigas de trigo, racimos de uvas y palomas, además de múltiples figuras geométricas.

Los vecinos de las calles participantes utilizaron 250 kilos de flores de la zona, 50 sacos de mirto, más de 420 kilos de viruta, 150 de serrín en polvo -sobre los que aplicaron tinte de varios colores-, hierbas de anís, hierba común, borra de café y unos 20.000 claveles blancos, por la escasez de este tipo de flores por coincidir esta fiesta en una época tan avanzada del año.

Los vecinos de muchas de las calles participantes, tienen la tradición de cenar antes de empezar a hacer la alfombra, por lo general a partir de las once o de las doce de la noche del sábado, hasta las dos o las tres de la madrugada, en la que algunos grupos realizan chocolatadas.

La recogida de flores se inició el viernes, y las guardaron en "bajos frescos" para favorecer su conservación. El sábado por la tarde prepararon los pétalos. A las seis de la tarde procedieron al pintado con tiza de los contornos de las figuras que horas más tarde rellenarían de flores. Los que utilizan plantilla, comenzaron sobre las diez de la noche.

El párroco de Celanova, Cesáreo Iglesias Grande, agradece el gran esfuerzo realizado por los vecinos, debido a que los residentes en cada zona se encargan de cubrir con pétalos la calle en la que se encuentra su vivienda. "El problema es que hay gente muy mayor, que tiene dificultades para cumplir con la tradición", agrega.

Por otra parte, tras la misa de diez en la catedral, se realizó la procesión del Corpus en la ciudad de Ourense, presidida por el obispo, Leonardo Lemos Montanet. Participó el alcalde y varios miembros de la corporación, incluidos los del grupo de gobierno y el PP. No asistieron, como siempre, los del BNG.