El alcalde de O Carballiño, Argimiro Marnotes, pidió esta semana a la Diputación, que gestiona el servicio de recogida de basura y limpieza de contenedores, que sellara el hueco donde están los contenedores subterráneos de la parte trasera de la Plaza de Abastos, que aunque ya fueron clausurados, siguen emitiendo malos olores debido a que cuando llueve se filtra agua. Asimismo, el Concello apercibirá a los vecinos que sorprenda tirando restos orgánicos sin bolsas cerradas en los contenedores exteriores que están en el lateral del edificio, en la Avenida Julio Rodríguez Soto, también por los malos olores que produce. Para ello, pondrá personal vigilando el entorno.

Cuando se construyeron los contenedores subterráneos la caja en donde están enterrados no se sellaron las paredes por lo que se filtra el agua. Debido a que aún quedan residuos en el fondo, al llover e inundarse ocasionan malos olores en el lugar, por lo que el regidor se dirigió a la Diputación para que busque una solución, y además coloque allí contenedores pero de superficie. El olor es tan molesto en este espacio que si la Diputación no toma medidas entonces lo hará el propio ayuntamiento afirma el gobierno local.

Pero ese mismo olor insoportable es el pan de cada día en los contenedores exteriores de la Plaza de Abastos en la avenida Julio Rodríguez Soto, donde los operarios de la limpieza de la Diputación han detectado que, de forma habitual, hay vecinos y negocios que están vertiendo basura y alimentos sin bolsas.

Hace menos de dos meses que la Diputación limpió estos contenedores pero debido a esta mala práctica vecinal se producen malos y fuertes olores que son insoportables a varios metros de distancia.

Esto no es un problema reciente sino que se viene arrastrando desde hace muchos años, y la única solución que ve el Concello, tras reiterativas peticiones a los vecinos y negocios de que no tiren basura, especialmente alimentos, sin bolsas, es el poner vigilancia para poder sorprender a estas personas y apercibir a los que hacen mal uso de estos contenedores. Y en caso de ser reincidentes se les sancionará.

Al utilizar bolsas no se esparcen líquidos y el olor queda más concentrado dentro de la misma, por lo que lo que sale al exterior en menos intenso. Las reiteradas quejas de las personas que pasan por el lugar hace que el Concello quiera buscar ya una solución a este antiguo y molesto problema por lo que ha optado por vigilar.