Vuelve el calor, vuelve el caos. Antes de la campaña de máximo riesgo, Ourense supura de nuevo por la herida de los incendios. "Estuvo casi al lado de las casas, se quedó a 50 metros. Estábamos dentro y ya vimos el humo y el fuego encima. Empezó a unos 2 kilómetros del pueblo y a los pocos minutos lo teníamos al lado". Es el relato aún temoroso de una vecina de A Veiga de Cascallá que vivió con tensión el fuego aparentemente provocado que ayer puso en riesgo a esta aldea del concello de Rubiá, en la comarca de Valdeorras, y ha afectado, al menos, a 130 hectáreas de superficie forestal. La proximidad a los núcleos poblacionales obligó a realizar un cortafuegos en la ladera del monte para evitar que el fuego llegue a las casas.

Los dos fuegos se iniciaron de forma simultánea -con solo 8 minutos de diferencia, a las 15,30 horas- a ambos lados de la carretera nacional N-120 y de una comarcal en Rubiá de Valdeorras. Los testigos hablan de varios focos. El fuego, en un día de calor y rachas esporádicas de viento, regresó al concello oriental de Ourense solo un mes después de que las llamas arrasaran un total de 235 hectáreas, en el mayor frente de este año.

Ayer, los dos fuegos declarados en las parroquias de O Porto (80 hectáreas ) y A Veiga de Cascallá (50 hectáreas) dispararon el riesgo en este último flanco. No fue necesario desalojar ninguna vivienda porque los propios vecinos abandonaron sus casas como último retén. Según Medio Rural, ninguno de los dos fuegos afecta a territorio protegido del Parque Natural Serra Enciña da Lastra.

El alcalde de Rubiá, Elías Rodríguez Núñez, informó de que el fuego comenzó en dos lugares muy próximos, por lo que está convencido de que fue intencionado. Además, fuentes del servicio de extinción citadas por Europa Press afirmaron que un brigadista resultó herido al correr hacia el incendio tras romper un brazo en una caída.

A las 21 horas, el regidor daba la situación "casi por controlada" y descartaba riesgo, pero sigue activo. Las llamas afectaron a alguna viña, cobraron dimensión con la vegetación acumulada en el monte y avanzaron a favor del viento y la pendiente. "Las condiciones eran malas pero este incendio fue provocado, descaradamente", concluyó Rodríguez. Las patrullas de Tráfico regularon la circulación. No hubo cortes de la calzada pero sí parones puntuales para que pasaran vehículos del operativo de extinción.

Medio Rural asegura que intervinieron 4 agentes forestales, 8 brigadas, 2 motobombas, 4 helicópteros y 2 aviones. El Gobierno central desplegó a las BRIF de Laza y Tabuyo (León), con sus helicópteros bomberos y de transportes, así como dos aviones anfibios con capacidad de descarga de 5.500 litros procedentes de la base de Torrejón en Madrid