Los técnicos municipales tendrán que tomar una decisión esta semana sobre que hacer con la nueva piscina infantil de Oira. El vaso ideado para el chapoteo cumple la normativa antideslizamiento pero provoca abrasiones en los pies de los niños. Tras un primer cierre y pulido de la superficie, se siguen registrando incidencias, por lo que Protección Civil recomienda a los usuarios que utilicen chancletas para evitar heridas. Ayer, ocho niños fueron atendidos por los socorristas con abrasiones en la planta de los pies. Las primeras curas se centran en la limpieza con suero fisiológico y vendaje.

Cada día hacen uso de la piscina infantil entre 400 y 500 niños, por lo que, a juicio del responsable de Protección Civil, Manuel González, la situación no debería calificarse de "alarmante". Además, puntualiza que se trata de una piscina de chapoteo para niños pequeños, por lo que el uso durante horas sin salir del agua también podría influir en la incidencia por roce.