Sin fecha todavía para la aprobación del presupuesto de este año, el Concello de Ourense ya ha iniciado el cobro del Impuesto de Bienes Inmuebles, IBI, el más importante del calendario fiscal municipal, ya que representa el 30,2 por ciento del capítulo de ingresos. El proyecto económico para el ejercicio en curso se presentó el pasado jueves en junta de gobierno local y eleva a casi 104 millones de euros el montante total.

De este importe, 31,5 millones proceden exclusivamente de la recaudación anual de este tributo, un ingreso que sostiene parte de la economía municipal de forma invariable, ya que no se contrae en períodos de crisis económicas que sí afectan a otras tasas como la de tracción mecánica que puede verse reducido por el envejecimiento del parque móvil, la baja de vehículos o la caída del mercado del motor. La recaudación por el impuesto de bienes inmuebles, en cambio, se incrementa ligeramente cada año.

En este ejercicio, los ingresos procedentes del IBI, tanto en zona rústica como urbana, representan un 5 por ciento más con respecto al padrón aprobado en 2013, que elevaba la recaudación total prevista a poco más de 30,2 millones de euros. El mayor aumento se produce en el IBIU, que pasa de treinta millones a 31,4 en 2014, mientras que el IBIR, se eleva en apenas 450 euros al pasar de 22.751 a 23.197 euros.

El período de cobro voluntario se abrió el 15 de mayo y durante dos meses los contribuyentes pueden abonar la tasa de forma física en entidades bancarias, a través de la tarjeta de crédito en cajeros automáticos, por banca electrónica o por domiciliación bancaria.

En total, el área de Facenda ha emitido 133.359 recibos de los cuales, 4.645 corresponden a contribuyentes que en realidad están exentos del pago de este impuesto. Es el caso de los colegios, edificios de las fuerzas de seguridad, instalaciones de Cruz Roja, terrenos ocupados por líneas de ferrocarril y todos los bienes de la Iglesia Católica y del resto de asociaciones confesionales legalmente reconocidas. Aunque algunos ayuntamientos como el vecino de Amoeiro, gobernado también por el PSOE, han intentado cobrar este impuesto a la iglesia (el alcalde recurrió ante el Tribunal Supremo una sentencia del Contencioso Administrativo de Ourense que avala la exención), el también socialista de Ourense ha mantenido el procedimiento eludiendo la petición que el grupo municipal nacionalista llegó a plantear en pleno a través de una moción. Precisamente, el BNG, que gobierna en Allariz, logró también por vía judicial que la Iglesia pague el IBI en cuatro inmuebles de naturaleza urbana.

Con todo, finalizado el plazo de pago voluntario el 15 de julio, el Concello de Ourense abrirá la vía ejecutiva para aquellos contribuyentes que no hayan abonado su tasa. En cualquier caso, el IBI es un impuesto que se paga con normalidad, siendo habitualmente inferior al 5% el porcentaje de contribuyentes que eluden el pago del tributo durante el período voluntario.