El juez cree que el asesinato de Tomás Milia Méndez, apuñalado en su domicilio de Ourense en octubre, ya está cerrado tras el procesamiento por cuatro presuntos delitos del joven rumano Alexandru Marius Luca, un prostituto que presuntamente le asestó tres cuchilladas después de una discusión por el dinero de una relación sexual. Pero las partes pretenden que las indagaciones continúen.

Tras conocerse que, días antes de los hechos, Milia acudió a su abogado para relatar que se sentía amenazado por su esposo y temía por su integridad, dando instrucciones al letrado para que tramitara el divorcio, las partes quieren que se retomen las hipótesis en torno al cónyuge, Guillermo J.Q.C. Ya fue investigado. Dos veces hubo secreto de actuaciones. La Policía no halló pruebas.

El joven de nacionalidad venezolana, desheredado solo unos días antes del crimen -Milia había comprobado con detectives que tenía relaciones con chicas-, acudió el miércoles al juzgado para personarse como perjudicado.

La defensa, que ha recurrido el auto de procesamiento, lo señala directamente e insiste en que se profundice en el móvil de la herencia. Considera que es fundamental un informe económico de la víctima, que atesoraba viviendas en Ourense y París entre otros capitales. "Que el propio abogado diga en el juzgado qué tipo de amenazas le habría proferido el marido de la víctima", reiteró Eduardo Mazaira, defensa del único imputado. "Que fallezca solo una semana después nos parece un hecho suficientemente importante como para que se investigue adecuadamente este aspecto", añadió.

Su cliente, en prisión preventiva desde octubre, comparecía ayer por segunda vez ante el juez -la primera fue en su puesta a disposición judicial-, pero de nuevo se acogió a su derecho a no declarar. En el proceso solo consta su declaración ante los investigadores de la Comiaría. Marius les confesó el crimen. La defensa pone en tela de juicio los hechos y asegura que el marido aquella noche se encontraba según el GPS del teléfono móvil a una distancia de "cien metros" del inmueble de la víctima, por lo que advierte que "no valen las declaraciones de unos testigos".

Por su parte, la familia del fallecido -están representados dos hermanos, uno de ellos, el alcalde de Carballeda de Avia- tiene la intención de pedir más diligencias, según Europa Press. Los parientes rechazan que el viudo esté personado en la causa como una parte perjudicada.