Nervios, pocas horas de sueño y cafeína. Es la combinación perfecta para que la mente se quede en blanco ante las temidas pruebas de Selectividad. Tras la recogida de códigos, la lectura de las primeras preguntas y varios segundos de reflexión, la cosa cambia. El miedo y la inseguridad pasan a un segundo plano y el bolígrafo cobra vida.

Es lo que le ocurrió ayer a Eva, alumna de Salesianos a la que le pareció que la Selectividad, en realidad, "no es para tanto". El temor ante el repetido mensaje de que se juegan su futuro en tres días empieza a tambalearse en cuanto la realidad se impone y comprueban que, mejor o peor, sí están preparados. "Lo mejor es partir de expectativas muy altas", señala Eva, que espera una nota elevada para acceder a estudios de Biomedicina, "o cualquier cosa que empiece por bio", porque lo que le gusta es la investigación.

Junto a ella se enfrentan desde ayer a las pruebas de acceso a la Universidad otras 1.089 personas en Ourense, repartidas en tres comisiones delegadas distribuidas entre los edificios de Ferro y Xurídico-Empresarial del campus y el municipio de A Rúa. La jornada arrancó sin incidencias y con un cien por cien de asistencia. Ningún aspirante se echó atrás.

Las amigas de Eva, Olga y Raquel, quieren estudiar Fisioterapia y Económicas. Acaban de salir del examen de Lengua Castellana y Literatura y se preparan sin agobios para las siguientes pruebas: Historia de España e Historia de la Filosofía. El debate, en este descanso, también es un clásico. "¿Caerá Platón? ¿O Kant?". Este grupo especula con este último por aquello de que "cae todos los años" y prefieren cualquier cosa "menos Aristóteles, que es muy difícil". No dieron ni una. Aristóteles o Hume. Habrán elegido la segunda opción.

En comentario de texto pudieron escoger entre un artículo de Elvira Lindo sobre los recortes en la educación o una publicación del New York Times. Muchos se decantaron por analizar la opinión sobre los recortes, un tema que conocen bien por lo que les toca. La Generación del 27, Gabriel García Márquez, Buero Vallejo o el teatro español antes de la Guerra Civil fueron otras opciones que pusieron a prueba sus aptitudes.

La mañana soleada propició que los centenares de alumnos aprovechasen el tiempo de descanso para repasar apuntes en los jardines del edificio Xurídico Empresarial, donde tomaron la zona verde con sus mochilas y carpetas. Alumnos de Ciencias Sociales y de la Comunicación del campus de Pontevedra pusieron a prueba un proyecto empresarial publicitario denominado Actitude UVigo que desplegó mensajes positivos por el recinto y habilitó una zona chill out en el exterior con parasoles, cojines y bebidas refrescantes animando a los estudiantes a relajarse. Tarea difícil entre tanto apunte y subrayado.