El conflicto en el que se encuentra instalado el grupo municipal socialista, que gobierna en minoría el Concello de Ourense, lejos de resolverse se acrecienta más, sobre todo después de las manifestaciones del diputado y exsecretario del PSdeG, Pachi Vázquez, al responsabilizar de la situación al alcalde, Agustín Fernández. Los cinco ediles críticos: Susana Bayo, Antonio Rodríguez Penín, María Devesa, Mónica Vázquez y Alfonso Vilachá suscriben totalmente, estas manifestaciones y las consideran "muy lógicas".

Así, fue la concejala responsable del área de Medio Ambiente, Susana Bayo, la que envió un mensaje al propio Agustín Fernández: "Es alcalde porque lo hemos apoyado siempre", de ahí que le pidan que "nos tenga en cuenta [a los cinco ediles] ya que no hicimos nada para estar en esta situación", en alusión directa a las medidas adoptadas; la apertura de un expediente y posterior suspensión de militancia por abandonar un pleno y no votar en la compatibilidad de un funcionario.

Para reforzar su postura, y reclamar "coherencia" por parte del alcalde y los órganos de dirección del partido, tanto a nivel gallego como federal, Bayo hizo referencia a la reciente sentencia del Juzgado Contencioso-Administrativo en relación a la polémica suscitada con la compatibilidad del funcionario García Gago, que se convirtió en el argumento utilizado para la apertura del expediente, que no hace más que "darnos la razón, y motiva nuestra ausencia en ese punto del pleno".

Militancia

Lo que exigen los cinco concejales socialistas, a través de Susana Bayo, aunque ya lo hicieron con anterioridad en un escrito dirigido a la dirección del PSdeG, es que "nos devuelva la militancia", además de recalcar su total desacuerdo con las medidas que se adoptaron, así como el expediente que sigue abierto "y su curso normal", como recientemente indicó el actual secretario xeral de los socialistas gallegos, Gómez Besteiro, y evitar pronunciarse si la sentencia podía provocar un cambio en la situación actual.

Pero la "triste realidad", como advierte Susana Bayo es que "todo sigue igual", y lamenta que la dirección gallega con la decisión que adoptó en su momento "no solo no arreglase nada, sino que generó más tensión". Y considera un "capricho" que en estos momentos se mantengan las medidas -como la suspensión de militancia- cuando la sentencia nos viene a dar la razón en la forma de actuar".

De ahí que señale que las manifestaciones realizadas por Pachi Vázquez no hagan más que reflejar el sentir, ya no solo de la mayoría de la militancia, sino de los colectivos vecinales que en su momento dejaron patente su "rechazo" a las medidas que adoptó el alcalde con los cinco ediles críticos, y sobre todo con Antonio Rodríguez Penín, al que laminó, retirándole todas las competencias y la dedicación exclusiva, por "pérdida de confianza", además de considerarlo el "cabecilla" del grupo.

Y mientras Susana Bayo asegura desconocer lo que pueda pasar, entiende que la situación "no se puede mantener por mucho tiempo", debido a que "los ciudadanos no la entienden, aunque por la actitud del alcalde, quien dejaba claro que "no tengo que pedir perdón ni voy a restituir a Penín", el conflicto puede ir a más.

Lo que está claro es que el posicionamiento del que fuera líder de los socialistas gallegos marca un punto de inflexión, al menos así lo entienden los ediles críticos, aunque por parte del alcalde y de su entorno se guarda un silencio total, y en la jornada de ayer no estuvo ni para algunos de los concejales que intentaron hablar con él, para plantear algunas cuestiones relacionadas con su área de responsabilidad.

Otro de los ediles críticos proclamó que "el que tiene que arreglar esto es el alcalde, ya que es el responsable político", y aclarar que "no a través de la imposición", en alusión al mensaje que envió Agustín Fernández a las pretensiones de los ediles, que fue de los más revelador: "acatar lo que diga el alcalde o sino irse para casa". Planteamiento que rechazan de plano.