José Luis D.S.F. no podrá ser condenado si prospera el argumento de su abogada defensora. La letrada considera que no puede considerarse responsable penal de un presunto delito de abusos sexuales, porque padece un trastorno mental, una psicosis esquizofrénica crónica que el médico forense catalogó ayer en el juicio como "muy grave" y desencadenante de un "deterioro de funcionamiento global".

La Fiscalía también concede que el imputado tiene limitada su capacidad para distinguir los hechos. Pero la acusación cree que solo cabe aplicar una eximente incompleta que no lo libra al completo de responder por sus acciones. En todo caso, el ministerio público optó por modificar sus postulados iniciales en el juicio celebrado ayer. Pidió a la magistrada del Penal Número Uno de Ourense que imponga al hombre una condena de seis meses de prisión y que la sustituya por tratamiento psiquiátrico. En un principio, el acusado se exponía a una pena de dos años de prisión. La Fiscalía no consideraba, entonces, que concurrieran circunstancias que modificaran su responsabilidad criminal.

La defensa se basa en una afirmación del forense del Instituto de Medicina Legal (Imelga) que declaró ayer en la sala de vistas. Según este perito, el acusado no puede ser imputable cuando no toma la medicación. La abogada sostiene que el día en que ocurrieron los hechos, el imputado no seguía el tratamiento pautado.

La sentencia será dictada sin que el imputado haya aportado su versión. El hombre se acogió a su derecho a no declarar y no respondió ni a preguntas de su defensa.

Cometió el presunto delito de abuso sexual la mañana del 11 de septiembre de 2012. Según el escrito de acusación de la Fiscalía, el imputado se encontraba delante de la puerta del centro de salud de Verín, se colocó detrás de una mujer que se disponía a entrar en el recinto y, presuntamente, le agarró los pechos con una mano mientras con la otra le tocaba los genitales.

La víctima, a la que el imputado no conocía de nada según su abogada, acudió de inmediato al despacho de su médico para relatar los hechos, presa de un estado de nerviosismo y ansiedad, tal y como subraya el ministerio público en el escrito que reconstruye el caso.

Un síndrome ansioso

El facultativo diagnosticó a la víctima un síndrome ansioso y le prescribió tranquilizantes. La situación de ansiedad de la mujer se prolongó durante una semana, con 3 días que fueron impeditivos para sus ocupaciones habituales. Según los autos, la víctima no arrastra secuelas por lo sucedido.

En cualquier caso, la petición de condena incluye una solicitud de responsabilidad civil para que la mujer sea indemnizada en caso de condena. El ministerio público propone a la magistrada una cantidad de 340 euros, a razón de 60 euros por día sin poder dedicarse a sus ocupaciones, y de 40 por jornada no impeditivo. El caso quedó visto para sentencia ayer y la resolución se dará a conocer en los próximos días.