La número 3 de Anova en Galicia, Iolanda Pérez Docampo, presentó su dimisión la pasada semana después de recibir la citación, en calidad de imputada, por su etapa como concejal del BNG en As Burgas. La portavoz de la formación en Ourense tendrá que declarar, aún sin fecha fijada, en el caso que investiga las asistencias externas en el Concello de Ourense, unos contratos encadenados que llevaron a por lo menos, cinco profesionales externos a ser fijos después de sentencias favorables de despido.

El coordinador de la formación, el alcalde de Teo Martiño Noriega, desveló ayer que Pérez Docampo comunicó su dimisión por carta el pasado viernes, una vez que recibió la citación como imputada en el caso que investiga la contratación de profesionales para asistencias en los departamentos de rehabilitación y urbanismo. El caso fue denunciado por USO y CIG tras denunciarlo previamente en mesas sindicales. Ambas organizaciones, que todavía esperan a saber si son admitidas como parte acusadora, denunciaron irregularidades que creyeron constitutivas de prevaricación y malversación de fondos.

Los contratados fueron despedidos a mediados de 2013 después de un decreto del actual alcalde, Agustín Fernández, en el que ordenaba regularizar la situación. Los trabajadores recurrieron y sus respectivas sentencias permitieron su conversión en personal laboral indefinido. El Concello de Ourense optó por readmitir a los cinco frente a la alternativa de indemnizar. Los imputados del PSOE -el alcalde y su predecesor, la concejala de Urbanismo y la directora xeral de Personal- dijeron al juez que las competencias en los contratos investigados fueron del BNG porque correspondía a una parcela de sus competencias hasta la ruptura del gobierno bipartito, en octubre de 2012, por la Pokemon.

Iolanda Pérez Docampo accedió al Concello de Ourense como concejala del BNG en noviembre de 2010 en sustitución del exteniente de alcalde, Andrés García Mata, que había dimitido de sus responsabilidades políticas por su imputación en el caso de los paneles publicitarios, del que luego salió absuelto. La portavoz de Anova en Ourense ostentó competencias en el área de vivienda durante los últimos meses del pasado mandato.

Tanto García Mata como Iolanda Pérez iban a ser interrogados el lunes, en la misma jornada en que prestó declaración la directora xeral de Personal, antes edil no electa, Carmen Rodríguez Dacosta (PSdeG). Las defensas de ambos alegaron falta de tiempo para poder analizar el contenido de las diligencias. El juez accedió y, de momento, no ha fijado nueva fecha.

Martiño Noriega resaltaba ayer que Iolanda Pérez no está acusada formalmente" y la contratación investigada "no afecta a los meses" en los que desarrolló sus responsabilidades institucionales . Según dijo, la exconcejala le trasladó su "sorpresa" por ser llamada como "imputada" y no como testigo.

Noriega cree que podrá volver

Iolanda Pérez, que sonaba como posible cabeza de cartel de Anova para 2015, ha decidido renunciar a su cargo como responsable de Organización y portavoz de la formación. Pese al revés judicial, Noriega dejó la puerta abierta a que Pérez "pueda volver a tener la oportunidad" de ocupar puestos de responsabilidad.

Insistió en el "ejemplo" de la nacionalista frente a otros "cargos públicos que sacan pecho coleccionando imputaciones" e "inhabilitaciones", lo que dibuja "una diferencia" frente a otros partidos que mantienen una situación "de absoluta alerta roja". La permanente de Anova ya está informada de la situación y de la dimisión de Pérez, quien dará explicaciones personalmente en el citado órgano, el próximo lunes, y en la Coordinadora Nacional convocada para el día 14.

Este diario intentó hablar ayer con la exedil, sin éxito. En su perfil de Facebook, Iolanda Pérez dejó un mensaje de agradecimiento por las muestra de "apoyo y solidaridad", pero muchas críticas. No "voy a descansar", aunque sea "desde otra situación provisionalmente", para "luchar contra la injusticia y la discriminación y por la erradicación de la pobreza, la defensa del país y tantas situaciones indignantes que hacen que nos hierva la sangre".

En el mismo texto lamentó que "gente honrada y trabajadora, los de abajo, los débiles", entre los que se incluye, estén situados "a merced" de un sistema en el que, mencionó, "se puede imputar para luego desimputar". Cree que "sus tentáculos no van a consentir la construcción de alternativas que pongan en riesgo sus privilegios".