El principal acusado, F.P.L., tenía en su casa las pruebas de cargo. Las defensas intentarán rebajar al máximo la condena toda vez que las grabaciones acreditan por sí mismas hechos presuntamente delictivos.

Agentes de la Guardia Civil acudieron el 13 de noviembre de 2010 al domicilio del acusado para requerirle el material de grabación y almacenaje de los vídeos. Los policías se llevaron un ordenador y una cámara de fotos, así como la clave personal del imputado para poder examinar los contenidos.

Juicio a puerta cerrada

La Audiencia Provincial de Ourense ha señalado el juicio para el próximo 3 de julio. Fuentes del procedimiento dan por descontado que la vista oral se celebrará a puerta cerrada dado el contenido de las grabaciones, en las que incluso aparece la hija menor del matrimonio imputado. Las escabrosas cintas serán exhibidas en la sala del tribunal ourensano a propuesta del fiscal. El ministerio público solicita, además, que el tribunal decrete el comiso del material informático utilizado por los acusados para grabar los actos.

Además de la condena de prisión y el pago de las indemnizaciones por los días de incapacidad laboral y las secuelas que determinen los médicos forense, la Fiscalía también solicita a la Audiencia que todo los acusados tengan prohibido acercarse a la víctima en caso de una condena.