El Plan Xeneral de Ordenación Municipal de 2003, aprobado por el PP, reservaba suelo en el Campo da Feira, al lado del cementerio de As Caldas para uso industrial, lo que dejaba vía libre a la ubicación de un crematorio-tanatorio. Una conocida firma del sector funerario ourensano adquirió ese terreno por un millón de euros para ese fin, pero la presión de los vecinos de A Chavasqueira, contrarios al proyecto en un entorno termal, y el caos de tráfico que podría generarse en la zona, provocó que el Concello de Ourense recalificara el suelo en el nuevo plan para impedir esa ubicación.

Un acuerdo no escrito con esa empresa funeraria, dispuesta a pedir una fuerte suma por daños patrimoniales al Concello por ese cambio de calificación, dado que había gastado incluso una fuerte suma en la demolición de la vieja fábrica que había en el solar, es la que obliga ahora al gobierno local a buscar un nuevo solar, esta vez en la calle Bispo Lourenzo, entre el barrio de O Couto y Vistahermosa, para prestar una ubicación crematorio en similares condiciones, ahora del otro lado del río. Es decir que según el concello la obra no es un capricho.

"Se trata sobre todo de prestar ese servicio en la zona menos lesiva posible y evitar al tiempo el pago de una fuerte indemnización que puede pedir la empresa al Concello, pues el plan de 2003, le daba ese derecho", explica la edil de Urbanismo, Áurea Soto.

8.000 firmas contra la obra

La aclaración de los motivos del Concello por conseguir un lugar para ubicar un crematorio y un tanatorio en en la ciudad, como el que tienen otras urbes gallegas la daba a conocer Áurea Soto, en una jornada pródiga en movilizaciones contra esta ubicación, en la que los vecinos de Vistahermosa y O Couto presentaron cerca de 8.000 firmas en el registro del Concello de Ourense en contra de esta ubicación y se reunieron luego con el alcalde, para mostrarle su rechazo al proyecto.

Por su parte el BNG anunció, en un claro adelanto de que no va a apoyar este proyecto de crematorio, al igual que el PP y DO, la presentación de una proposición no de ley en el Parlamento de Galicia, defendida por la diputada Tareixa Paz, para que en toda Galicia se prohíban crematorios a menos de 500 metros de núcleos habitados.

La concejala de Urbanismo reconoce que "la ubicación que se ha elegido, no es en casco urbano y es un servicio más que se incorpora a un barrio al que se lleva también centro de salud, un edificio judicial y varias dotaciones más y para la que un tanatorio y crematorio en una zona de buenos accesos, que no va a tener consecuencias ambientales (en Pontevedra, Vigo o A Coruña están en el centro de la ciudad, e incluso en bajos comerciales) una dotación más que no afecta a nadie, y de la que se sentirán satisfechos", explica.

El presidente de la Asociación de Empresas Funerarias de Ourense, Antonio García Aliende, uno de los socios precisamente de As Burgas, el colectivo de funerarias que tiene el tanatorio del mismo nombre en Seixalbo y un crematorio en polígono Barreiros , revela que "no podemos opinar de un proyecto que no conocemos ni sabemos qué empresa va a explotar, pero de los tres crematorios que hay en la actualidad, todos ellos están fuera del casco urbano y por lo tanto nadie ha protestado por ello". No obstante reconoce que "no cabe duda de que la empresa que consiga ubicar una instalación de tanatorio y crematorio en la ciudad dará un servicio a toda esa zona urbana y tienen todo el derecho a tratar de complementar sus ofertas, incorporando do, sino lo tienen, la cremación".