Ourense se ha sumado la Red de Ciudades Accesibles, pero según el estudio que está realizado la Federación de Discapacitados Físicos (Discafis) buena parte de los establecimientos comerciales de Ourense, así como vías urbanas, carecen de las mínimas facilidades de accesibilidad para una de las poblaciones más envejecidas de España.

Ese será uno de los ejes de la propuesta que va a llevar al pleno del viernes el grupo municipal del BNG, que parte de las graves carencia en todo el casco urbano y especialmente en la zona antigua, donde los comerciantes sufren las causas derivadas de los problemas de accesibilidad a sus comercios y de las trabas urbanísticas que se le imponen al tratarse de un núcleo protegido por Patrimonio y con un Plan Especial de Reforma Interior, que complica cualquier proyecto.

Pero este Plan de Accesibilidad Integral que propone el BNG tiene ya una primera referencia en la que inspirarse, dado que Discafis ha empezando a elaborar su Guía de Accesibilidad de Ourense y lo ha hecho con un estudio sobre las barreras arquitectónicas en el comercio local, con un trabajo que está centrando por ahora en el barrio de O Couto y para el que cuenta con la ayuda de dos colectivos comerciales de la zona.

"Suprimir las barreras arquitectónicas que tiene la ciudad no es algo que nos beneficie solo a las personas con alguna minusvalía física, sino a las que empujan sillas de bebés, vecinos de cualquier edad que por cualquier circunstancia necesitan un bastón y sobre todo a las personas mayores, que son mayoría en una ciudad tan envejecida", explica Montse Vázquez, trabajadora social de Discafis y coordinara de esta Guía de Accesibilidad de Ourense.

Las carencias más habituales que está detectando Discafis en esta primera fase de su guía son las entradas con escalones y sin rampa que impiden el acceso a personas en silla de ruedas, o el reducido tamaño de la mayoría de ellas, que no permiten siquiera zonas de movilidad para incorporar una silla de ruedas.

Por su parte, el BNG en la propuesta que lleva al pleno del viernes aporta algunas de las quejas cursadas por los comerciantes de la ciudad, y en especial de la zona histórica, quienes se quejan de las dificultades técnicas que se les impone por razones relacionadas con el PERI de la zona histórica para poder realizar cualquier obra menor de mejora de sus comercios.

Una accesibilidad que tiene un problema añadido cuando se habla del comercio del casco histórico, como las restricciones para acceder en un vehículo particular si no tiene tarjeta de acceso, la configuración de las calles en muchos tramos sin existencia de aceras, y luego la propia antigüedad de muchos establecimientos, construidos antes de que se impusiera el cumplimiento de determinadas normas de accesibilidad.

Las carencias detectadas hasta ahora en esta guía que hace Cogami se centran sobre todo en el barrio de O Couto y "en el que encontramos escalones o fuertes desniveles en la entrada a los mismos, que dificultan la entrada de personas en sillas de ruedas o con problemas de movilidad y muchos establecimientos de pequeño tamaño que no permiten un circuito interior para funcionar".

La concejal del BNG Ximena González afirma que "esta propuesta que llevamos a pleno la consensuamos con las asociaciones y cuenta con asesoramiento de Cogami; son todas ellas propuestas concretas para comenzar a trabajar de forma inmediata, porque lo que pretendemos es que el hecho de que el Concello de Ourense se haya adherido en su día a la Red de Ciudades Accesibles tenga un sentido real".