El fiscal preguntó si la vida del bebé de 10 meses ingresado muy grave en marzo estaba en peligro y la pediatra que le realizaba un seguimiento periódico -sin detectar anomalías- y lo atendió en urgencias pediátricas contestó convencida que sí. Tanto que horas después tuvo convulsiones. La investigación judicial por los presuntos malos tratos severos a un bebé que mantiene imputados 8 miembros de una misma familia de Ourense, incluidos los abuelos y una bisabuela que lo cuidó durante 10 días de marzo, avanzó ayer con la declaración testifical de la doctora y una asistenta social para la que el ambiente familiar era "normal", sin riesgo de exclusión social y el comportamiento de la madre, el típico de una progenitora "muy preocupada". Tanto ella como el novio con el que rompió a raíz de los hechos, la persona que debía vigilar al niño el día que acabó ingresado en la UCI pediátrica, tienen una orden de alejamiento.

El bebé se encuentra ahora en una casa cuna bajo la tutela de la Xunta tras la intervención inmediata de la Fiscalía de Menores. El hospital activó al ingreso el protocolo de malos tratos. Ninguno de los parientes ha inculpado a los otros delante del juez en sus declaraciones como imputados. Según sus manifestaciones, el comportamiento del niño no se ajustaba al de un pequeño maltratado; estaba "contento" y "no se quejaba".

El bebé llegó al hospital en estado consciente, según el informe médico, pero con heridas en la cara y en la frente, un hematoma en el tórax, una herida subconjuntiva en el ojo y aspecto lívido. Aquel día el encargado de vigilarlo era el exnovio de la madre, que se encontraba en un curso. Tras recogerla, los tres acudieron a urgencias. Según la versión del hombre, se encontró al niño tumbado boca abajo en la cuna y con problemas para respirar.

Creyendo que se trataba de un posible episodio de muerte súbita, usó dos dedos para realizar una maniobra de reanimación. Había leído que esa era la mecánica. Por esa manipulación del menor, habría sufrido hematomas en el torax y puede que costillas rotas. Otra fuentes dicen que el hombre también mencionó un golpe fortuito del niño. Tras ser puesto a disposición del juez en marzo -fue el único detenido por estos hechos- quedó libre y con cargos. La investigación judicial se sigue por un posible delito de tentativa de homicidio que también podría llegar a calificarse como lesiones graves o maltrato, según algún letrado.

Después de la primera revisiones a su llegada al hospital, exploraciones más profundas mediante TAC y radiografías detectaron que el menor presentaba una hemorragia subdural, múltiples fracturas en los miembros, las costillas y las vértebras, y daños craneales recientes. La doctora que declaró ayer considera que el estado del niño solo es compatible con lesiones por malos tratos producidos en diferentes periodos de tiempo mediante zarandeos fuertes, estiramientos, arrastres o tracción, declaró. Por el tipo de fractura y secuelas, se habrían producido estiramientos de los miembros y lo habrían arrastrado. En su opinión, el estado del menor no pudo producirse con golpes fortuitos.

Prematuro e ingresado

Su criterio profesional también resta crédito a que el bebé, explorado a fondo en el hospital y bajo su seguimiento desde octubre de 2013 (descartó que las lesiones se produjeran en ese periodo), pudiera padecer una enfermedad de las consideradas raras, como la osteogénesis imperfecta -más conocida como los "huesos de cristal"- que explicara tal cantidad de fracturas sin violencia externa. También cree que, por la envergadura de los daños, el autor tuvo que ser un adulto y no un menor, una hipótesis que se planteó porque en el domicilio también vivía la hermanastra de unos 5 años.

No obstante, las defensas de la madre y de su expareja sentimental -rompieron al descubrirse el posible maltrato- quieren que se aclare este extremo a través del historial clínico del bebé y de un informe patológico. Los letrados aseguran que "no les cabe en la cabeza" la cantidad de fracturas. Según la abogada del exnovio, el hombre "está desconcertado, porque siempre lo cuidó bien".

El juez de Instrucción Número Uno, Leonardo Álvarez, ha requerido al Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) para que informe sobre el estado de salud del bebé, que nació prematuro y estuvo unos 2 meses con ingresos frecuentes en el hospital. Tenía asignado una especialista en psicomotricidad debido a sus problemas de desplazamiento. Estas defensas sostienen que la maduración de sus huesos equivale al de un bebé de edad inferior al momento de nacer.

En los niños tan pequeños las fracturas se consolidan rápidamente, reconoció la pediatra. La especialista, que también destacó la preocupación de la madre, atendía mensualmente al menor desde octubre de 2013 hasta febrero de este año, justo un mes antes de que se descubrieran los hechos. En todo ese periodo no detectó posibles malos tratos ni signos de lesiones o quejas.

Incluso cuatro días antes del ingreso, el 17 de marzo de 2014, el niño fue visto por otro especialista en centro de salud de A Cuña, el más cercano al domicilio que compartían madre y exnovio en Mariñamansa junto al menor y a una hija del hombre que solo un mes antes de estos hechos supuestamente fue víctima de abusos sexuales por parte de su abuelastro. Dos casos escabrosos en la misma familia y casi simultáneos.

El menor llegó con un episodio de vómitos y fiebre cuando fue examinado por el pediatra de A Cuña, que tampoco apreció evidencias de maltrato. El bebé tenía un hematoma en la nariz que no le llamó la atención porque podía deberse a una caída, según explicaron fuentes personadas. De acuerdo a este hilo cronológico, el presunto maltrato que casi cuesta la vida al pequeño se habría producido en un margen de cuatro días, justo antes de su ingreso en el hospital.