Los presupuestos del Concello de Ourense se han convertido en uno de los asuntos más polémicos del ámbito municipal. Sobre todo después de que la Intervención devolviese el proyecto elaborado por el gobierno socialista, al detectar en él "defectos" en diferentes partidas presupuestarias, y cuestionase además aspectos relacionados con el techo de gasto, que llevan consigo que se cuestione su aprobación por parte del pleno.

El proyecto elaborado por el gobierno municipal, remitido el 3 de abril a la Intervención para su fiscalización, ascendía a 101,3 millones de euros, aunque incluía ajustes relacionados con el Plan de Empleo Municipal, que contempla una inversión para las actuaciones previstas y aprobadas de 3 millones de euros, como así lo anunció en su momento el concejal de Economía y Hacienda, José Ángel Vázquez Barquero.

Pero la realidad a día de hoy es que el documento sigue sin contar con el informe de fiscalización de la Intervención Municipal, a la espera de que el Gobierno socialista le remita de nuevo un proyecto que atienda a sus recomendaciones para subsanar "defectos" en diferentes partidas.

Más allá de lo que se pueda suscitar con el techo de gasto, que el borrador presupuestario elaborado por el gobierno socialista supera en más de 21 millones de euros, los diferentes informes de gestión económica marcarán la pauta para poder aprobar las cuentas para 2014 del Concello, que sigue con los presupuestos prorrogados de 2012.

Los informes del Servicio de Gestión Económica son de los más reveladores. En un principio se había fijado el techo de gasto, respecto a los 101,3 millones de euros, en 90.637.798 euros, tomando como referencia la liquidación de 2012. Sin embargo, debido a la demora en la elaboración de los presupuestos, se produjo un nuevo informe del servicio que establecía el techo de gasto en 80.019.112 euros, teniendo en cuenta la liquidación municipal de 2013. Con lo que el borrador elaborado por el ejecutivo local superaría en 21 millones de euros ese techo de gasto, como así lo establece la legislación vigente.

Plan económico-financiero

Puestas así las cosas, lo que queda es llevar a cabo un expediente administrativo, que se sustenta en la presentación de un plan económico-financiero, que deberá ser aprobado por el pleno municipal, y que se debe remitir a la Xunta para que dé su visto bueno, previa aprobación del proyecto presupuestario.

Para llevar a cabo el proceso, el gobierno municipal dispondrá de un plazo de un mes, aunque todo dependerá del proceso de negociación para poder aprobar el proyecto de presupuestos, que por el momento sigue sin fecha concreta para llevar a pleno.

Sobre esta cuestión, el concejal de Economía y Hacienda, Vázquez Barquero, explicó a FARO que en estos momentos "estudiamos llevar a pleno el proyecto de presupuestos" tal y como se remitió ala Intervención, y que de no ser aprobado en pleno se sometería a una moción de confianza, que de ser rechazada, permitiría, con la aplicación de la reforma de la ley, que se pueden aprobar por la junta de gobierno local.

Sostiene Vázquez Barquero que por el momento el Concello sigue con los presupuestos prorrogados de 2012 y que la intención del gobierno municipal es poder conseguir aprobarlos, sobre todo después de que se aceptase la propuesta de los nacionalistas de que se incluyesen en los presupuestos los 3 millones de euros del Plan Municipal de Empleo. Sin embargo, el edil reconoce las dificultades que existen para que se pueda contar con la mayoría para sacar adelante las cuentas del Concello para 2014.

Y así, el responsable del área económica del Concello advierte que la intención del gobierno es seguir adelante con la hoja de ruta marcada, en el sentido de mantener el proyecto presupuestario, independientemente del techo de gasto, ya que el gasto corriente se asumiría con los recursos propios del Concello, y en lo concerniente al capítulo de inversiones, fijado en unos 5 millones de euros, una parte se asumiría a través de un crédito, para lo cual sería necesario contar con el apoyo de los nacionalistas, para poder aprobarla en pleno.