El conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, aseguró ayer en el Parlamento de Galicia que la Xunta está a poner todos los medios a su alcance para arreglar el problema de abastecimiento de agua en el Concello de Punxín debido a la presencia de arsénico.

La intención es eliminar este problema y el déficit de agua de Punxín y de los concellos limítrofes de Cenlle y San Amaro a través de un proyecto de mejora del abastecimiento que ya está redactado, sometido a información pública, y será llevado en las próximas semanas al Consello de la Xunta.

Se mejorará la calidad del agua a través de una nueva infraestructura que permitirá captar desde el río Miño y que también abastecerá a Cenlle y San Amaro. El proyecto, con una partida de 3,3 millones de euros, fue redactado por Augas de Galicia, cuenta con partida para iniciarse este año. Hernández indicó que en los próximos días responsables de su departamento mantendrán una reunión con los vecinos, la tercera luego de una con el delegado territorial por el conflicto en la gestión y otra por parte de Augas de Galicia para exponer el proyecto.

Así, en la Estación de Tratamiento de Agua Potable de Razamonde se mantiene el actual sistema de potabilización y el bombeo al depósito, y próximo a ésta se construirá un edificio para bombear agua potable hasta el Alto de San Trocado, donde se hará un depósito regulador de 500 metros cúbicos.

Desde allí irá una red en alta para Punxín, que llega hasta Barbantes, enlazando con la red general, y en Barbantes se construirá un depósito de 75 metros cúbicos. Esta red suministrará a los depósitos de Ourantes, Ventosela y Rubiás, y otra red en alta conectará el nuevo depósito regulador con los depósitos de cabecera de San Amaro y Cenlle, este último de nueva creación.

Por otra parte, Hernández aclaró ayer que "no es la Xunta la que tiene competencia en la gestión que se hizo y se está haciendo del servicio del agua, aunque "a diferencia de otros, seguiremos actuando con responsabilidad, con colaboración y con ánimo constructivo para lograr a mejor solución para os vecinos de Punxín". Sobre las condiciones sanitarias aclaró que son el Concello y las propias autoridades sanitarias los responsables de velar por la calidad del agua, pero, aún así, que la Xunta accedió a buscar una solución al problema.