La parlamentaria socialista, María Quintas, censuró ayer, en una pregunta en pleno al Gobierno, "el abandono de los vecinos de Punxín por parte del conselleiro de Medio Ambiente, como del presidente de la Xunta o del presidente de la Diputación" .

Y es que denuncia que luego de padecer la aparición de altas concentraciones de arsénico en el agua desde 2.010 solo accedieron a que los recibiera el vice presidente de la Diputación y el delegado de la Xunta, "que de depuradoras debe saber mucho".

La parlamentaria recriminó a Agustín Hernández que solo le hicieran caso a este pequeño municipio de 800 habitantes luego de las presiones vecinales y el encierro en el concello de los afectados, "adelantándoles una solución para cuando menos 2016".

Recriminó que pese a las consecuencias para la salud de las concentraciones de arsénico por arriba de los 10 micro gramos, la consellería de Sanidad no actuó hasta el problema desde cuatro años antes, y recriminó a Hernández que se escude en la procura de responsabilidades en el ámbito local.