Siete meses de cárcel para cada uno, una condena sustituida por trabajos en beneficio de la comunidad, deberán afrontar dos hermanos que se sentaron ayer en el banquillo de los acusados por delitos de coacciones y lesiones. Los parientes se conformaron con una condena, sin necesidad de que se celebrara la vista oral.

Tal y como ha quedado probado, el 16 de noviembre de 2011, uno de los hermanos acudió a la casa del otro en la localidad de San Benito, en el concello de Cortegada, y al encontrar la puerta cerrada, utilizó un ladrillo para golpearla con la intención de atemorizar a su hermano. Los daños causados en la puerta fueron cifrados en 1.416 euros.

Cuando el hombre consiguió abrir la puerta, introdujo la mano y el otro acusado le disparó desde el interior con una pistola de aire comprimido, impactando en la mano de su hermano varios perdigones.

Como consecuencia de estos hechos, el agredido sufrió heridas inciso contusas en la mano izquierda y la mano derecha que precisaron para su curación, además de una primera asistencia facultativa, tratamiento médico-quirúrgico consistente en la extracción de un perdigón del tercer dedo de la mano izquierda.

Tardó en curar 15 días en los que no estuvo impedido. Como secuelas, según ha quedado acreditado en el procedimiento judicial, el hombre tiene una pequeña cicatriz en el dorso del tercer dedo izquierdo. Los gastos ocasionados al Sergas por la asistencia médica de este acusado superaron los 429 euros.

Renuncian a acciones

Los dos hermanos, en su condición de víctimas pero también de acusados, renunciaron a cualquier tipo de acción legal que pudiera corresponderles. Antes del pacto de conformidad, la Fiscalía pedía una condena de 2 años de prisión con la agravante de parentesco.