"No había camillas, la gente estaba hacinada en sillas colocadas por todos lados, señoras de pie, no tenían vendas ni compresas, nadie limpia... es tercermundista". Fina Martínez relata a FARO su última experiencia vivida ayer en en Urgencias del Hospital Xeral. Acudió a las once de la mañana con su madre, de 84 años, y no salió hasta las cinco de la tarde. No es la primera vez que esta viguesa vive una situación similar en el centro médico y se siente afortunada por haber conseguido que la atendiesen en "tan solo" seis horas.

Los colapsos en el Xeral son frecuentes en épocas de masiva afluencia por la incidencia de la gripe en invierno o por la avalancha de pacientes con problemas respiratorios. Son los denomiados "picos" a los que apela el Servicio Galego de Saúde para explicar las complicaciones para atender a los usuarios. Este martes el Sergas negó que se hubiese registrado el colapso y señaló que la jornada fue de "absoluta normalidad". En cualquier caso, las mismas fuentes señalaron que a última hora de la mañana de ayer sí se había registrado una mayor afluencia con un "pico" más ajustado a mediodía.

La situación a mediatarde se había normalizado, aunque todavía quedaban varias camillas por los pasillos y la sala de espera continuaba llena. Alguno de los pacientes relataba que el propio personal del centro médico les reconocía estar desbordado por la falta de recursos.

Los sindicatos ya denunciaron el pasado mes de febrero un colapso en las Urgencias del Hospital Meixoeiro por la falta de plazas libres para absorber los ingresos. En este caso, la situación que se vivía en el hospital Meixoeiro se debía a las filtraciones de agua que se registraron durante los meses de invierno y que obligaron al cierre de camas. Los trabajadores del Hospital Xeral de Vigo han colocado carteles en los pasillos alertando a pacientes y familiares del cierre de camas anunciado para los meses de verano.