El juzgado de lo Penal Número Uno de Ourense reservará una nueva fecha tras quedar suspendido ayer el juicio en el que dos prostitutas y un individuo se enfrentaban a una pena de unos cinco años de prisión por presuntos delitos de robo con violencia y amenazas. Según la investigación policial que la Fiscalía ha hecho propias, las mujeres, de nacionalidades española y paraguaya, propiciaron el robo a dos clientes tras echar una sustancia en sus bebidas con la intención de adormecerlos. El tercer acusado se encontraba en el exterior del motel en el que ocurrieron los hechos.

Las acusadas registraron un anuncio en abril de 2012 ofreciendo sus servicios sexuales a través de la página web milanuncios.com. El día 5 de ese mes, contactaron con dos hombres con los que se citaron a las 19 horas de ese día en una rotonda situada en las proximidades del hipermercado Carrefour.

Los cuatro se subieron en el vehículo de uno de los clientes. Se detuvieron en un cajero para retirar dinero en efectivo y después emprendieron camino a un motel situado en el término municipal de Barbadás. Alquilaron dos habitaciones a las que accedieron después de dejar el vehículo estacionado en el garaje del establecimiento que comunica directamente con ellas.

La investigación cree que las prostitutas tenían un plan previo con el tercer acusado para apoderarse del dinero y demás objetos de valor de los clientes. Según esta hipótesis, se dirigieron inicialmente a una de las habitaciones y, estando los cuatro juntos, pidieron unas consumiciones. Aprovechando un descuido de los varones, echaron en las bebidas una sustancia analgésica para adormecerlos.

Después de este ardid, las mujeres se separaron en compañía de cada uno de los clientes. Una de las prostitutas, según la acusación, envió un mensaje de teléfono móvil al cómplice. Le avisaba de que podía entrar en el motel para colaborar en el robo.

Siguiendo el plan, la acusada se habría apoderado de 200 euros y una tarjeta de crédito de una de las víctimas, que se encontraba aturdida en la cama. El tercer implicado, que llevaba la cara cubierta con una capucha, entró en el garaje dirigiéndose al coche de uno de los hombres. Allí sustrajo presuntamente un ordenador, una cartera y un reloj del dueño del automóvil.

En ese momento, el cliente llegó aturdido al garaje y se abalanzó sobre el ladrón. Lo empujó contra la pared, a la vez que lo conminaba a que no se moviese. Pero el tercer implicado aprovechó para huir del lugar en compañía de una de las prostitutas. Ambos recogieron a la otra mujer, que se había marchado sola.

Por estos hechos, la Fiscalía pide una condena de 3 años y 8 meses de prisión para cada implicado, así como el pago de indemnización por el dinero y objetos sustraídos. Como una de ellas está en situación ilegal en el país, el ministerio público propone que se sustituya su condena por la expulsión. Pero además, el fiscal acusa al hombre imputado y una de las prostitutas de un delito de amenazas por el que pide, a mayores, una pena de 1 año y 2 meses. En total, los tres acusados se enfrentarían a condenas de entre 3 años y 8 meses y 4 años y 10 meses.

La reacción de las víctimas

Al día siguiente del atraco en el motel, los clientes telefonearon al móvil de contacto de las prostitutas para intentar recuperar sus objetos haciéndose pasar por otras personas. Concertaron una cita en una explanada cerca de la estación de autobuses de Ourense. Cuando una acusada se dirigió a su coche, reconoció a los hombres y se echó a correr. Arrojó el bolso que llevaba hacia el vehículo estacionado en las proximidades donde se encontraban los otros tres implicados.

Los clientes recogieron el bolso y se dirigieron a la Comisaría de Policía. Con tan mala previsión de los acusados que desde el teléfono móvil de una de las prostitutas, tanto ella como el cómplice empezaron a llamar al teléfono de una de las dos víctimas. Según la acusación de la Fiscalía, le dijeron frases amenazantes como "te vamos a cortar los huevos", "olvídate de nosotros" o "voy a ir a por ti".