José Manuel Castro Blanco no cree en la política, "sino en los buenos gestores, que quieren al pueblo por el que trabajan como a su madre". Sin embargo es desde el 1 de enero de 2012, alcalde de Os Blancos por APga. Nadie daba un euro por él. Dos años después, el regidor de dialéctica justa y sin vaselinas, que casi escapa por piernas cuando levantó la alfombra y encontró un agujero de 3,1 millones de deudas, en un concello de 800 habitantes, ha enderezado las cuentas y todos lo cortejan para las próximas elecciones. "No me quieren a mí, sino a mis 460 votos" confiesa. Él asegura que no hay nada decidido.

-¿Cómo se consigue que un concello en quiebra en 2012, que pidió ser intervenido por la Xunta, tenga 70.000 euros para obras, las deudas bajo control e incluso reparta ayudas de fomento de la natalidad"

-Lo hemos conseguido con una gestión responsable, es decir reduciendo los gastos corrientes desde luz pública a gasto de oficinas y aumentado la fiscalidad a los vecinos un poco más de lo que nos gustaría. Por ejemplo en el tema eléctrico hemos suprimido la mitad de los puntos de luz innecesarios, e instalamos bombillas de bajo consumo. Y no estamos a oscuras, nadie se ha quejado hasta el momento. Otras medidas por ejemplo han sido la reducción de cuatro a dos vehículos en el parque móvil. ¡Y no pasa nada!. Comprobamos que se puede gestionar con menos.

-¿Un simple recorte de bombillas y parque móvil es suficiente para sacar a un concello de la crisis?

-En nuestro caso la reducción de gastos corrientes fue del 50%, unos s 60.000 euros. Pero es cierto que el plan de pagos que acordamos y que, por que no decirlo salió todo de mi cabecita, nos está permitiendo pagar a 10 años, más dos de carencia a los proveedores, bancos y a la Seguridad Social a los que, cuando llegué se le debían 3,1 millones. Todos van cobrando y eso nos supone unos 15.000 euros al mes.

-¿No contó con ayuda de las administraciones?

-Pues la verdad es que no. Todo quedó en un brindis. Cuando pedimos rescate, nos dijeron que eso podría crear precedentes Luego dicen que apoyan el rural. Empezamos a darle vueltas. Como tengo experiencia como gestor de una pequeña empresa de transporte y empecé a darle vueltas. De ahí nació el plan de pago .

-Y tras la tempestad, vino la calma. Acaba de aprobar usted un presupuesto de 800.000 euros para 2014, en el que mantiene 12 funcionarios, incluido un profesor de música

-Hombre el de música también tiene derecho. Algo tenemos que darle a los niños dado que no tenemos oferta deportiva. Conseguimos reservar 70.000 euros para obras y 7.000 para ayudas a la natalidad. A ver si con eso de pagar libros y tal , fijamos población joven. Póngame que este año ya trajimos tres familias más al municipio.

-Con este aval ¿Es cierto que pasó de ser un desconocido, a tener ofertas de las más distintas siglas para las próximas elecciones?

-Es cierto que están llamado de muchos partido, pero no por mí sino por mis 460 votos. Somos 4 ediles de APGa frente a 3 del PP y con el trabajo realizado esos votos seguro que se multiplicarían ahora mismo si hubiera elecciones. Por eso no es a mí a quien quieren sino que "tantos votos tienes, tanto vales".

-Si no le gusta el bipartidismo, solo le queda concurrir por el PP en las próximas elecciones

-No me tire de la lengua porque no le voy a contar nada. Es cierto que no me gusta el bipartidismo, eso es una ruina. Pero fuimos 15 personas en las listas de ApdeG. la decisión que se tome será con el voto de los 15.

-Con este futuro tan prometedor en política ¿Cómo se le ocurre decir que es apolítico?

-Porque es así, No creo en los políticos sino en los buenos gestores que son capaces de querer al pueblo y la gente por la que trabajan como a su propia madre

-Pues con tanto partido dispuesto a llevarlo en la lista lo veo a usted como candidato apolítico pero al amparo de una sigla

-No me líe que no hay decisiones tomadas. La política es una podredumbre necesaria, porque alguien tiene que hacerlas cosas y gestionar. En mi caso nunca tuve ideología y después de entrar en política y conocerla por dentro, digo que España va mucho mejor de lo que podría ir, teniendo en cuenta la corrupción que hay. Lo único por lo que no descarto repetir es porque cuatro años más sería el tiempo justo para rematar proyectos y cumplir con aquello que prometimos a los vecinos.