El obispo, Leonardo Lemos Montanet, asume el reto de "colocar a la diócesis de Ourense en el mapa de la Semana Santa", desde el punto de vista espiritual, cultural y turístico, con la implicación de las cofradías que hay en las distintas parroquias de la ciudad, con las que ha celebrado media docena de reuniones. El prelado pretende potenciar las procesiones, como la del Viernes Santo y la de "Os Caladiños", que se realiza el sábado a las siete de la mañana, desde la parroquia de la Santísima Trinidad a la Catedral. Otra de las novedades, dentro del paquete de innovaciones que está impulsando Lemos Montanet, es el pregón de Semana Santa, que ofreció ayer en la iglesia de Santa Eufemia el secretario de la vicaría de Pastoral, Félix Álvarez.

En cambio, en esta ocasión no saldrá el paso del Huerto de los Olivos, para proceder a su restauración y sacarlo el año que viene con todo su esplendor. Esta imagen se custodia en el Obispado.

Tras una introducción de música sacra, Félix Álvarez inició su intervención con un análisis del momento actual y la reflexión de que el transcurrir cotidiano de cada calle no debe ocultar su historia. La segunda parte versó sobre "el asombro de que Dios se hiciera hombre". Y en la tercera reconoció que a la Semana Santa ourensana "le falta vitalidad, le falta fuerza, como si estuviera dormida", por lo que anima a vivirla con mayor intensidad, en concordancia con el mensaje que le ha transmitido el obispo, Leonardo Lemos, a las cofradías y feligreses de distintas parroquias. Destaca como anécdota negativa, que "lleva cuatro años lloviendo el Viernes Santo, en los que no ha podido salir la procesión".