Una decisión que da respuesta a las necesidades actuales y, de manera especial, a las de futuro. La comunicación del Ministerio de Medio Ambiente de autorizar el incremento de aprovechamiento de captación del río Miño para el abastecimiento de agua, que pasará de los actuales 360 a los 510 litros por segundo, como solicitó en su momento el Concello de Ourense, permitirá garantizar los nuevos desarrollos urbanísticos que se contemplan en el nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM).

De ahí que la concejal de Urbanismo, Áurea Soto, calificase de especialmente relevante la resolución favorable de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (CHMS), después de que la petición municipal contase con el informe favorable de la Xefatura Territorial de la Consellería de Sanidade, así como el que emitió la Oficina de Planificación Hidrológica y que culminó con el del jefe de servicio del organismo de cuenca.

Una autorización que se produce después de que se ejecutasen las obras del denominado abastecimiento en alta y la construcción de nuevos depósitos para mejorar el servicio, para adaptarlo a las necesidades existentes y de futuro, y que fueron financiadas por el Ministerio de Medio Ambiente dentro del plan de mejora de abastecimiento de Ourense, como explicó Áurea Soto.

La responsable del área de Urbanismo y Aguas señaló que la solicitud de modificar la captación del agua del Miño, con ese incremento, se realizó cuando se aprobó el plan de abastecimiento, debido a que "no había capacidad para asumir el crecimiento de población" que experimentó la ciudad, así como los nuevos desarrollos urbanísticos que se realizaron, sobre todo con la construcción de nuevas viviendas.

De ahí que Soto justificase que en determinados momentos, y de "forma ilegal, se había incrementado la captación ante esas necesidades", pero ahora con la autorización formal por parte del Ministerio de Medio Ambiente se garantiza, así como los nuevos desarrollos que se contemplan en el nuevo plan.

Interés general

Con las obras de abastecimiento de agua potable a punto de concluir, y que fueron declaradas de interés general por el Gobierno central en 2001, en la ciudad se acabarán los problemas de suministro, ya que se puede atenderse la demanda diaria de algo más de 40.000 metros cúbicos.

Un proyecto de una "gran dimensión y necesario", concretó Soto, al contar con una red de canalizaciones, depósitos, captaciones de agua y estaciones de tratamiento capaces de dar suministro a 140.000 habitantes en el horizonte temporal de los próximos 50 años, hasta 2064, como así se reflejan en las previsiones que maneja el Concello.

Así, entre las infraestructuras con que se cuenta y las de nueva construcción, como los veinticinco depósitos de distintos tamaños de la red principal o de distribución; dos estaciones de tratamiento de agua potable -a la de San Francisco, en la margen izquierda del río, se unió la de As Coiñás-, y once sistemas de bombeo que garantizan la llegada de agua a los depósitos.

Las obras de ampliación y modernización de la red de abastecimiento, que se iniciaron en 2012, supusieron una inversión económica de 24 millones de euros, financiadas por el Gobierno central, a través de fondos europeos, y el Concello. Es por eso que Áurea Soto quiso tener un reconocimiento hacia la anterior ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa, así como para el exalcalde Francisco Rodríguez y el actual, Agustín Fernández.