Más de un centenar de personas se congregaron ayer ante la casa consistorial de Punxín. Entre ellas representantes de federaciones de asociaciones vecinales de todo Galicia para sumarse durante unas horas al encierro que mantienen los vecinos desde hace 15 días como protesta por las condiciones de abastecimiento del agua potable y para reclamar la reducción del coste del servicio. Mientras los vecinos recibían este apoyo, el alcalde, Manuel Vázquez, se disponía a coger un avión para irse 15 días de vacaciones a Canarias, comportamiento que fue criticado por los directivos vecinales.

Representantes de las federaciones vecinales de Ferrol, A Coruña, Lugo, Pontevedra, Ourense, Cangas, O Carballiño, manifestaron ayer su apoyo a los vecinos de Punxín. Según el presidente de la Confederación Gallega de Asociaciones de Vecinos, Cogave, y de la Federación de Asociaciones Vecinales de Lugo, Jesús Vázquez, esta presencia es "testimonial", de apoyo a los vecinos, ya que consideran que su reivindicación "es justa", indicando que "tienen que tener agua de calidad, sin arsénico, y no tener un incremento del 300 por cien del precio del agua". Destacó que "si las asociaciones de vecinos no están para compartir estos problemas, escuchar y apoyar, es que no sirven para nada".

Asegura que esta problemática "es un tema de llevar a la propia fiscalía", porque son temas de gran gravedad porque "afectan a la salud", y observó que "hoy tenía que estar el presidente de la Diputación, el delegado Territorial de la Xunta, el subdelegado de Gobierno, el alcalde, y los representantes de administraciones que tengan algo que ver con ésto". Vázquez aseguró a los vecinos de Punxín que "os vamos a apoyar".

Por su parte, el presidente de la Federación de asociaciones de Ourense, Manuel Carnero, criticó que el alcalde se fuera de vacaciones justo ahora. "Eso es un desprecio y falta de respeto a los vecinos", e indicó que a veces los vecinos se ven obligados a hacer este tipo de acciones ya que "el respeto parece que no funciona".

El portavoz de la Comisión vecinal del agua en Punxín, Joaquín Moldes, agradeció la presencia y apoyo de todas estas personas y observó que "no se como vamos a salir de aquí pero saldremos", y criticó al alcalde por no tener un mínimo de respeto y protocolo ante estos representantes de más de 500 asociaciones de todo Galicia.

Los representantes vecinales mostraron ayer carteles en los que culpaba a las administraciones de ocultar a los vecinos la presencia del arsénico, y otros de apoyo de Cogave a los vecinos. Durante menos de cinco minutos todos cortaron la carretera nacional en protesta. El acto de ayer también contó con Rosa Iglesias, vecina de Ventosela, de 89 años, que participa en el encierro desde el primer día.