El juzgado carballiñés abre diligencias por posible prevaricación del alcalde en un despido que fue declarado nulo

El alcalde de este municipio, Argimiro Marnotes, confirmó ayer que la policía judicial visitó el consistorio por la mañana para requerir documentación y que esta le fue entregada por la secretaria. Al mismo tiempo, el regidor recibió la denuncia interpuesta por la trabajadora que le acusa de supuesta prevaricación en el despido.

Marnotes, imputado en la operación Pokémon, manifestó ayer estar "muy tranquilo" ante esta denuncia ya que sigue defendiendo que el cese de la empleada en el departamento de Servicios Sociales fue motivada por el plan de ajuste en las contrataciones y no por cuestiones ideológicas como denunció la trabajadora en su momento y recogió la sentencia posterior. De hecho, fueron cuatro las personas despedidas que denunciaron al alcalde en aquel momento. En dos casos los despidos fueron declarados improcedentes y las personas afectadas percibieron la indemnización correspondiente por sentencia, y los otros dos fueron anulados por la justicia por lo que las dos empleadas se reincorporaron a su puesto.

"Una de ellas, en base a esa sentencia, me denuncia ahora por prevaricación y el juzgado decide abrir diligencias previas y pide documentación referida a sus contratos", explica el alcalde.

La denunciante es trabajadora social y está contratada como personal laboral indefinido en el área de igualdad y servicios sociales del Concello de O Carballiño. La otra empleada que fue despedida y reincorporada es auxiliar administrativo.

El alcalde del PP, Argimiro Marnotes cree que no hay motivo para la preocupación pues mantiene "lo mismo que antes, que no hubo motivos ideológicos, el único motivo es que había un plan de ajuste". El regidor aseguró entonces que nunca preguntó a sus trabajadores cuales eran sus afiliaciones o simpatías políticas