De lo más demandada y reclamada. La nueva ordenanza reguladora de las terrazas de veladoras que presentó ayer la concejala de Comercio, Juana Ageitos, pretende dar respuesta a la realidad actual, y sobre todo acabar con el descontrol existente, que de forma reiterada venían denunciando los grupos de la oposición, especialmente los nacionalistas que presentaron varias iniciativas al respecto.

La edil Ageitos, que estuvo acompañada del técnico municipal, César Pichel, subrayó la necesidad de contar con una nueva normativa municipal, ya que la que se encuentra en vigor es la que se aprobó en 1997, hace 17 años, para estar "de acorde con los tiempos", además de contemplar determinadas cuestiones que tiene como objetivo la convivencia entre la utilización de espacios públicos por comerciantes y hosteleros, y el disfrute de los ciudadanos.

Sobre los aspectos más relevantes de la nueva ordenanza, que deberá ser aprobada en pleno, y posteriormente pasara a exposición pública, la edil de Comercio recalca que se trata de una normativa "abierta" y que no será especialmente "restrictiva", aunque fija criterios diferenciados, como que ahora se concederá la licencia de veladores en función de superficie ocupada y no de las mesas a ubicar en el espacio público.

En la actualidad son más de 450 locales de la ciudad la que cuentan con licencia de veladores, algo más de 1.000 terrazas, que deberán adaptarse, una vez entre en vigor, a la nueva ordenanza, que según explicó el técnico municipal, César Pichel, será "restrictiva" en lo que se refiere a la colocación de terrazas en parques y plazas, para acabar el "abuso actual" que existe, debido a las lagunas legales de la actual normativa.

Y aunque Juana Ageitos reconoce que los cambios "dan miedo", en este caso concreto "no debe ser así", ya que se pretende es que "se contemplen los derechos de todos", para lo cual es necesario una regulación que debe estar en consonancia con "la realidad que tenemos".

Con los nuevos criterios que se fijan, entiende la edil de Comercio, entre los que se encuentra delimitar la superficie para ubicación de terrazas, que se realizará un mejor control por parte de los cuatro inspectores con que cuenta el Concello. Además de la colocación en los locales de un dispositivo que permita controlar si el establecimiento tiene licencia y cumple con los requisitos establecidos.

En lo que se refiere a las sanciones, se establece en la nueva ordenanza que pueden ser leves, con multas que van desde los 300 a 749 euros, y suspensión temporal de siete días. Las faltas graves, que llevará consigo una sanción económica desde 750 a 1.499 euros, y la suspensión temporal del permiso de entre 8 y 30 días. Y las consideradas faltas muy graves, en la que las multas pueden ir desde los 1.500 hasta los 3.000 euros, así como las suspensión temporal de 31 días a definitiva.