-Son ustedes el gobierno municipal más acosado por propios y extraños. ¿El Concello de Ourense guarda algún caramelo para que todos peleen como nunca por el bastón de mando?

-El caramelo que buscan es devolverle al PXOM la excesiva edificabilidad que le quitamos al rebajarlo de 55.000 a 19.000 viviendas, recuperar las 9 alturas en As Burgas o no exigir a los constructores la cesión para la ciudad del 10% de lo edificado que no se le reclamó hasta ahora. De ahí vienen nuestras denuncias. Además estamos tocando la esencia del modelo de la política de personal ejercido durante 12 años por el asesor de personal del PP Javier Gago (ahora de la CIG).

-Es que tienen problemas ustedes hasta con sus funcionarios...

-Como Javier Gago. Le denegamos la compatiblidad para dar clase en el campus en horario matinal, porque la ley establece que no se puede otorgar cuando el funcionario supera los 52.000 euros brutos anuales de un director general y él cobra 60.000 brutas como asesor jurídico. Este funcionario presentó un denuncia por lo penal contra mí, contra el alcalde y la directora de Personal por negarle esta compatibilidad, decisión avalada en informes técnicos, y en base a esta denuncia que presentó en octubre solicitó luego la recusación. Yo además estoy imputada judicialmente por la denuncia de un constructor que quería conocer el PXOM meses antes que los ciudadanos o por los proyectos de plaza San Antonio y residencia universitaria realizados hace diez años. Se puede aderezar o no, pero eso es lo que pasa en el Concello.

-¿Sabe que, pese a las críticas, DO podría dar la campanada electoral?

-Hemos visto de todo. Pero nosotros seguiremos trabajando desde la responsabilidad. Si regaláramos el suelo urbano a los constructores se acabarían nuestros problemas.