El Sergas licitará esta misma semana el contrato para adjudicar la gestión y el mantenimiento del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense, CHUO, que permitirá un mayor ahorro en el doble servicio y que lleva aparejada una inversión en infraestructuras de 14 millones de euros dirigidos al proyecto de ampliación del hospital que se desarrolla de forma paralela y que ya se adjudicó a la UTE formada por Vías y Construcciones, CRC y Extraco.

La publicación del pliego de condiciones administrativas y técnicas para la energía y el mantenimiento es inminente, ya que solo está pendiente de la autorización definitiva del gobierno gallego, que podría producirse este mismo jueves en el Consello da Xunta. Pasada la Semana Santa, se hará lo propio con los servicios de limpieza y seguridad, que se adjudicarán por separado. El director general de Recursos Económicos, Pablo Torres, anunció el viernes pasado que su departamento agilizaría estos días la redacción de los pliegos para abrir lo antes posible los tres expedientes de contratación, siendo el contrato del mantenimiento y la gestión energética el más urgente.

Una vez tomada la decisión de no recurrir ante el contencioso administrativo el requerimiento del tribunal de garantías contractuales del Ministerio de Hacienda que ordenó desagrupar la adjudicación integral de los servicios complementarios del CHUO, el Sergas quiere agilizar los expedientes para "no retrasar más el procedimiento y que salga adelante lo antes posible", según las explicaciones del director xeral de Recursos Económicos, Pablo Torres. Tanto este alto cargo como la gerencia del área integrada Ourense, Verín e O Barco que dirige Eloína Núñez, mantienen que la adjudicación en un único contrato aportaría mejoras en calidad y ahorro, si bien han preferido asumir las recomendaciones del tribunal para no perder tiempo.

Los días posteriores a la Semana Santa marcarán una nueva etapa para el CHUO ya que, además de licitarse por separado los contratos de limpieza y seguridad, se procederá al traslado del personal ubicado en el edificio administrativo. Se trata del paso previo al derribo de esta edificación que marcará el inicio de las obras de ampliación del complejo. Los trabajadores se repartirán entre el Santa María Nai y las casetas de obra que habilitará la adjudicataria.