El 22 de abril, Freddy A.R.M. mantendrá un nuevo pulso con la Diócesis de Ourense tras haber perdido, en primera instancia, la demanda judicial por su despido de la casa sacerdotal del Obispado a finales de 2013. El afectado, un inmigrante salvadoreño, denunció malas condiciones en sus largas jornadas laborales, incluso humillaciones y amenazas, y ahora pretende que la Iglesia le abone horas extraordinarias. Tras el revés inicial de la justicia, la CIG anunció hoy intención de recurrir ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) para que rectifique una sentencia del juzgado de lo Social Número Tres de Ourense, en la que se considera "procedente" el despido del trabajador por sus "injurias" contra los curas vertidas en Facebook, que "tienen la gravedad suficiente". El 10 de noviembre, el hombre escribió que "los sacerdotes viven de las mujeres y se van de prostitutas". El fallo aprecia, además, una "falta de arrepentimiento" del salvadoreño.

La magistrada considera que la actitud del demandante "no es la adecuada ni antes ni después del despido", argumentando que "la mayoría de sus comentarios en Facebook pueden incluirse en la libertad de expresión, pero debe tener en cuenta para quien trabaja". Según la juez laboral, "la Diócesis de Ourense es parte de la Iglesia católica y merece cierto respeto como empleadora dentro de la recíproca relación laboral". El comentario del salvadoreño sobre las supuestas conductas de los curas "tiene ánimo injurioso atendido a la naturaleza de las personas, que están en la casa sacerdotal, sacerdotes con voto de castidad", dice la magistrada.El secretario comarcal de la CIG, Etelvino Blanco, valoró esta mañana la sentencia como un "castigo a un trabajador por declaraciones públicas que hizo después de ser despedido, y en las que denunció la mala situación laboral a la que estaba sometido". El fallo, subraya, "se basa más en concepto morales y religiosos que jurídicos".

"Amenazado" en El Salvador, el trabajador pidió asilo a España y en 2008 fue contratado como conserje de la casa sacerdotal, habitada en su mayoría por curas de edad avanzada. Freddy A.R.M. recibió la carta de despido el 8 de diciembre. Ya había denunciado sus extensas jornadas, una "explotación laboral" según la CIG, ante la Inspección de Trabajo. El 22 de abril, el mismo juzgado celebrará la vista sobre las horas extraordinarias.El extrabajador mostró en la rueda de prensa de esta mañana varios escritos recibidos a raíz de sus comentarios en la red social Facebook. Uno firmado por usuarios de la casa sacerdotal lo censuran apelando a principios como "no juzgar si no quieres ser juzgado", o que "un cristiano nunca condena a nadie ni es violento con sus palabras ni hechos, y prefiere que le crucifiquen como a Jesús". Los escritos criticaban sus manifestaciones en la red describiéndolas como "coces contra el aguijón".