La situación de conflictividad en la que se encuentra instalado el Concello de Ourense vivió ayer su máxima expresión durante el pleno, al requerir el alcalde, Agustín Fernández, a los agentes de la Policía Local, para que procediesen a desalojar a la edil de Democracia Ourensana, Susana Gómez, lo que provocó la reacción inmediata de los concejales de los dos otros grupos de la oposición, PP y BNG, que optaron por abandonar el salón de sesiones mientras dirigían duras descalificaciones hacia el regidor, al que no dudaron en calificar de "sinvergüenza", llegando a pedirle que "dimitiese de una vez¡".

El incidente, que se saldó con la identificación de la edil de DO por parte de los agentes, tuvo su origen durante el debate de una moción presentada por Democracia Ourensana sobre contrataciones, aprovechando la edil de Urbanismo, Áurea Soto, su intervención en nombre del gobierno para dar a conocer la vida laboral de Gómez, trabajadora del Concello, a la vez que ordenaba a miembros del gabinete de prensa de Alcaldía repartir esos datos personales a los medios de comunicación presentes.

La respuesta no se hizo esperar y la edil de DO pidió la palabra por alusiones directas, y aunque inicialmente el alcalde la rechazó, pero ante la tensión que se estaba viviendo, con duras recriminaciones de ediles del PP hacia Soto, al final concedió la palabra, por espacio de dos minutos, a Susana Gómez que acusó a la edil socialista de "mentir", y de "manipular" la información que le había suministrado el área de Personal, de lo que responsabilizó a la directora xeral y a su vez secretaria local del PSOE, Carmen Rodríguez.

Además de negar que hubiese entrado en el Concello a través de una asistencia técnica, y de esa forma intentar justificar Áurea Soto su nueva imputación judicial, la edil de DO aportó una amplia documentación que venía a demostrar que el proceso seguido dista mucho del que manifestó la edil socialista.

La situación terminó siendo incontrolable cuando el alcalde retira la palabra a Gómez, que sigue dando explicaciones, por lo que Agustín Fernández le advierte de que la expulsará y llamará a la Policía Local para que la desaloje del pleno. Una amenaza que no amedrentó a la edil de DO que mantuvo su postura mientras el alcalde reclamaba la presencia de los agentes.

Fue en el momento que entraron al salón de plenos cuando los tres ediles del BNG abandonaron sus asientos, mientras ediles del PP decidieron arropar a Susana Gómez cuando los dos agentes intentaron sacarla del salón. Unos momentos de tensión que concluyeron con la decisión de abandonar el pleno los once ediles populares y los dos de DO, dejando solos a los concejales del grupo socialista. Fue el secretario el encargado de decirle al alcalde como seguir una sesión que se cerró a los pocos minutos.