María Lameiras abandona la vicerrectoría del Campus de Ourense tras cuatro años de gestión sobre la que se declara satisfecha. Regresa a la docencia y a la investigación centrada en la violencia de género y deja un equipo que sigue liderando el rector Salustiano Mato pero que afronta una etapa de renovación en Ourense con Virxilio Rodríguez al frente.

-¿Ha sido una decisión personal o impuesta?

-Consensuada. Es una decisión que corresponde al rector y él tomó la que consideraba más conveniente. Por mi parte, asumí un compromiso de cuatro años que está finalizado, por lo tanto, considero que es el momento de pasar el testigo al siguiente.

-¿Le resulta ingrato no continuar el trabajo iniciado?

-No entiendo que haya una fractura de un proceso. Es cierto que quedan cosas sin desarrollar plenamente y que aun se podrían hacer, pero también entiendo la gestión universitaria como una carrera de relevos. El proyecto universitario sigue adelante y otras personas tendrán que desarrollarlo. Este es un trabajo de un macro equipo en el que a mí me tocaba una parte del engranaje. Aunque cada uno incorpora su personalidad y las prioridades que tienen que ver con su filosofía de vida, este no es un trabajo personalista. Que quede claro que yo intenté que no cayese ninguno de los proyectos desarrollados en este campus por mis predecesores y espero que los que vengan sigan desarrollando los que se iniciaron.

-¿Quedan muchos proyectos pendientes?

-Nada que se hace de forma puntual tiene un efecto importante del que se vayan a recoger frutos de manera inmediata. Eso ocurre con los que se mantienen en el tiempo. En el mandato anterior se empezaron las obras de las pistas deportivas y la guardería que se pusieron en marcha durante el tiempo que me tocó a mí, yo lo que hice fue desarrollar ese trabajo previo lo mejor posible. El efecto en la comunidad universitaria del proyecto de Campus con Vida que inicié yo hace cuatro años no se recoge ahora, requiere mantenerse y espero que los que vienen detrás lo saquen adelante. En esta etapa se resolvió por sentencia la recuperación del grado de Ingeniería Física pero la implantación para el curso que viene le corresponde al nuevo equipo. El campus no lo construye la vicerrectora sola, es un trabajo en cadena.

-¿Ha sufrido injerencias de Vigo en su trabajo como vicerrectora del Campus de Ourense?

-Somos un equipo de diez personas, cada uno con competencias específicas. Yo tengo las mías en Ourense pero hay vicerrectores en Vigo con competencias que afectan a Ourense, como las que se refieren al área académica. Nunca sentí imposiciones, la cuestión es ¿consideramos que el campus debe tener más competencias? Lo que está claro es que las que tiene se gestionan con autonomía.

-¿Considera tras su paso por la vicerrectoría que sería necesario ampliar competencias?

-Bueno, siempre hay interés por conseguir más autonomía. Sería positivo siempre que se pueda articular. En niveles de autonomía no existe un tope, ¿donde está? Yo creo que siempre es buena para la institución en conjunto y para los campus.

-Sin embargo el de Ourense perdió una vicerrectoría durante este último mandato.

-Es cierto que empezamos con dos y eso permitió incorporar nuevas competencias en gestión de proyectos de investigación que en ese momento no existían en el campus. Pero cuando se suprimió esas competencias se quedaron en esta vicerrectoría. Fue uno de los pasos mas importantes en el campo de la investigación porque permite que los proyectos se firmen y se desarrollen desde aquí. Puede parecer poca cosa pero es mucho para los investigadores que evitan desplazamientos de cien kilómetros.

-¿Qué huella deja la primera mujer vicerrectora en Ourense?

-Eso le corresponde decirlo a la gente. Yo puedo decir que para mí el eje transversal ha sido la igualdad, todas las decisiones y mi trabajo estaban impregnados con ese principio. También el de la salud, la solidaridad y la palabra. En estos años se reforzó la presencia de la universidad en la sociedad y de la sociedad en la universidad, y también la colaboración con las instituciones.

-Sin embargo hubo una movilización social importante a favor de Ingeniería Física en la que se echó en falta su implicación.

-La implicación de esta vicerrectora fue total. Desde el primer momento consideré que Ingeniería Física era algo bueno para Ourense y en lo que este campus y esta vicerrectora se tenían que implicar. La movilización fue importante y acertada pero el trabajo que a mí me correspondía estaba en el equipo que toma decisiones y ahí lo defendí.

-¿Lamenta irse cuando comienza a andar el Campus da Auga?

-No porque participé en lo que me correspondió. Es un trabajo que se va a mantener en el tiempo y que tendrán que desarrollar todos los vicerrectores.

Tras las elecciones celebradas el martes, María Lameiras abandona un equipo en el que será sustituida por el profesor de Derecho, Virxilio Rodríguez. La jornada electoral se cerró con una baja participación y la reelección de Salustiano Mato con 751 apoyos, de los que 177 corresponden al Campus de Ourense.

-Después de unas elecciones tan reñidas en 2010, ¿qué le parece que Salustiano Mato no haya tenido rival ?

-Fue una sorpresa porque sí había oposición y personas con otras ideas. Es la primera vez que pasa y no es positivo porque el espíritu de la democracia es que haya diferentes opciones.

-¿Qué opina de su sucesor?

-Viene con ilusión y ganas de trabajar, espero que haga una labor fantástica. Nadie es imprescindible y en este caso, aunque uno se lleva la foto, la institución está siempre por encima de la persona.