Están en flancos distintos en la guerra de familias del PSOE. Áurea Soto, en el reducido grupo de máxima confianza del alcalde, Agustín Fernández. Javier García Gago, asesor de confianza de los ediles díscolos del bando pachista. Pero hay más facetas. La edil, junto al regidor y a la otra teniente de alcalde, Marga Martín, fueron recusados en el proceso de petición de su compatibilidad que el pleno denegó, escenificando el plante de los cinco ediles socialistas suspendidos de militancia. Además de adjunto a la asesoría jurídica y docente universitario -por hacerlo supuestamente en horario de trabajo ha sido expedientado por el gobierno-, García Gago, militante del PSOE, representa a la CIG.