Hoy vuelve al juzgado como imputada una de sus ediles de confianza, Áurea Soto, y ayer el alcalde de Ourense, Agustín Fernández, vio otro filón en el ámbito contencioso para proclamar, nuevamente, la "conspiración, cacería y terrorismo político" contra su gobierno, que acumula siete procedimientos penales en fase de instrucción, imputaciones centradas en el núcleo duro -el regidor y dos ediles próximas-, y una investigación de la Fiscalía en trámite por la urbanización de su calle con cargo al Plan - cuando era edil de Hacienda.

"El tiempo y la justicia ponen a cada uno en su lugar, a veces se utiliza la justicia para conseguir intereses partidistas", manifestó el regidor al tener conocimiento. Cuando a mediodía lo informaron por teléfono de la sentencia favorable en el pleito de Afiador, Fernández volvió recién acabada una rueda de prensa para recalcar su versión. El caso de los paneles fue "el más importante y único asunto del anterior mandato en el que se instrumentó la justicia para alcanzar intereses políticos". El proceso provocó "la dimisión de muchas personas, el martirio de un gobierno y quizás", amplió en sus deducciones, "la alteración de la voluntad popular". La estrategia del PP en el mandato pasado, vincula, "se ve reproducido por DO, llevando a infinito, la técnica instrumentar a la justicia".

Pide dimisiones

El alcalde insta al PP, y veladamente al exportavoz Enrique Nóvoa, hoy parlamentario autonómico, a "pedir perdón" y "dimitir".