"Hubo un expediente mal iniciado, porque se hizo lo que se venía haciendo en el concello, pero en el momento en que fuimos advertidos, lo anulamos de oficio con el dictamen del Consello Consultivo". Álex Sánchez Vidal fue el primero de los tres tenientes de alcalde del BNG durante el pacto bipartito que presentó su dimisión. Salió absuelto en la sentencia firme del Tribunal Supremo, de julio de 2013, que cerró la vía penal. Vidal, también imputado por la adjudicación de la reforma de Bedoya, lamenta haber tenido que "escuchar barbaridades" y no olvida que el PP pidió "pena de cárcel". Acusa a los populares, que vieron un intento de amaño de la adjudicación y la llevaron en 2008 a la Fiscalía, de alentar "una caza política" contra un gobierno progresista y "hablar más a favor de la empresa como si desearan la indemnización". Tuvo que costear su defensa con el pago por despido de su mujer. "Alguno debería reflexionar". Cree que la discusión de las obras de Bedoya como el caso de los paneles correspondería, a lo sumo, a la jurisdicción contenciosa.